Atenas. En los últimos días a Alexis Tsipras se lo veía sonriente. Su puño cerrado en alto es uno de los símbolos que lo distinguen. Y finalmente, tras la victoria este domingo de su alianza de izquierda Syriza en las elecciones parlamentarias de Grecia, Tsipras podrá cumplir su sueño.
Su estilo es inconfundible: siempre en camisa y saco, sonrisa compradora. El político de 40 años nunca usa corbata y aseguró que comenzará a hacerlo cuando haya conseguido una quita de deuda para su país.
El elocuente líder político, que siempre se muestra simpático y accesible, es además la esperanza para muchos griegos que han perdido su trabajo y que temen por su futuro y el de sus familias.
Bajo su liderazgo, la Coalición de Izquierda Radical (Syriza) ha experimentado un ascenso fulminante: del 4,6 por ciento del apoyo registrado en 2009 hasta el 26,9 por ciento de 2012.
Y ahora, logró lo que se considera una victoria histórica: tras el recuento del 93 por ciento de los sufragios, Syriza obtuvo el 36,3 por ciento de los votos y contará con 149 o como máximo 150 escaños en el nuevo Parlamento griego, lo que sin embargo no le asegura por poco la mayoría absoluta de 151 de los 300 escaños.
Al comienzo de su carrera, en los primeros años de presidencia de Syriza, pedía la nacionalización de los medios de producción del país. En el último tiempo parece haber imitado al ex líder socialista Andreas Papandreu y, al igual que hiciera éste hace 35 años, prometió que con su gobierno el pueblo llegará al poder.
"Hoy hicimos historia", señaló Tsipras en su primer discurso tras la victoria ante miles de seguidores en Atenas.
"A partir de hoy comienza el trabajo duro", manifestó. Tsipras aseguró además que está dispuesto a hablar con los socios de la Unión Europea (UE) sobre una "solución justa y practicable".
"No habrá una pelea catastrófica", aseguró el líder de Syriza, aunque agregó que Grecia no se "someterá" más al dictado de los acreedores internacionales.
Su carrera política comenzó en los años 90 como líder de las protestas de escolares. Rápidamente ascendió hasta situarse al frente de los antiguos "eurocomunistas". En 2004 fue elegido al frente de Syriza.
Pero a pesar de su simpatía Tsipras puede ser duro en sus declaraciones. Los presidentes de los partidos con más tradición de gobierno, Antonis Samaras al frente de los conservadores y Evangelos Venizelos de los socialistas, son para él "traidores políticos" por haber implantado todas las órdenes de ahorro de los acreedores sin oponer una gran resistencia.
Tsipras convive con su pareja, con la que tiene dos hijos.
Fuente: DPA