La Iglesia ortodoxa rusa se hizo eco de la retórica del Kremlin al justificar la guerra en Ucrania.
Esta postura parece estar impulsando a un gran número de sacerdotes y feligreses ucranianos de la Iglesia ortodoxa a darles la espalda a Moscú.
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“Nunca olvidaré el momento en que me desperté temprano para ir a misa y de repente escuché los estremecedores sonidos de los bombardeos”, dice el padre Nikolái Pluzhnik.
"La maravillosa mujer que cocinaba en nuestra iglesia y su hijo, que estaba en silla de ruedas, murieron cuando un proyectil de artillería cayó en su apartamento. Y ahora sé de varios otros feligreses que murieron", agregó.
Como la mayoría del clero en la región del noreste de Ucrania, de donde es oriundo, el padre Pluzhnik pertenecía a la rama local de la Iglesia ortodoxa rusa, que sigue la línea marcada por su sede en Moscú.
Pero ahora, según afirmó, pidió unirse a la Iglesia ortodoxa ucraniana, a la que finalmente se le otorgó la independencia de la rusa en 2019, en un movimiento nunca reconocido por Rusia.
Pluzhnik aseguró que muchos de sus compañeros sacerdotes que seguían al patriarca Cirilo de Moscú están haciendo lo mismo debido a la postura del líder de la iglesia sobre la guerra.
El padre Pluzhnik y su familia huyeron bajo el fuego de la artillería y ahora tienen un nuevo hogar temporal en la ciudad de Chernivtsí, en el oeste de Ucrania.
"Cuando comenzó la guerra estaba esperando noticias del patriarca Cirilo de Moscú, el 'padre' de nuestra iglesia. Pero primero no hubo ninguna reacción y luego fue peor", dijo.
"El patriarca Cirilo bendijo al ejército ruso y dio su bendición a la guerra. No fue solo él, sino la mayoría de los sacerdotes del Patriarcado de Moscú (Iglesia ortodoxa rusa), incluidos algunos que tienen raíces ucranianas. Quedé en estado de shock", contó.
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Además de no haber condenado inequívocamente la matanza de personas inocentes en Ucrania ni pedir un alto el fuego, el Patriarca celebró grandes servicios televisados en Moscú para bendecir a las tropas. También sugirió en sermones que la guerra del Kremlin es justa para el futuro del cristianismo.
"Lo que está pasando hoy es mucho más importante que la política", dijo el mes pasado. "Estamos hablando de la salvación humana, de dónde va a parar la humanidad, de qué lado se está respecto a Dios Salvador".
Nacionalismo cristiano
Hay un trasfondo religioso en gran parte de la narrativa del Kremlin que justifica su invasión a Ucrania. Es una lucha por los ideales conservadores de la Iglesia ortodoxa rusa contra un mundo exterior inmoral.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que Ucrania no solo es una "parte inalienable" de la historia y la cultura de Rusia, sino también su "espacio espiritual".
Rowan Williams -exarzobispo de Canterbury, es decir, quien fue el líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra hasta 2012- dijo que encuentra preocupante el sentimiento del patriarca Cirilo.
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"Hay elementos en la tradición cristiana rusa que pueden volverse realmente tóxicos cuando se les mete en la cabeza un tipo particular de nacionalismo cristiano, una especie de enfoque mesiánico del destino de la nación", dijo Williams durante una visita al oeste de Ucrania esta semana.
Williams formó parte de una delegación multirreligiosa de alto nivel que incluía a líderes cristianos, judíos, musulmanes, hindúes y budistas, que se reunieron con refugiados que habían huido de los horrores en el este del país.
Williams estudió y escribió durante mucho tiempo sobre la contribución positiva de la Iglesia ortodoxa rusa, y parece profundamente entristecido por el papel que está desempeñando el Patriarcado de Moscú en esta guerra.
"Creo que la creciente influencia en el Patriarcado de Moscú de los ideales ultranacionalistas, que a menudo incluyen una vertiente de antisemitismo, ya estaba presente desde hace bastante tiempo", señaló.
"Ahora se manifestó en este apoyo muy poco crítico a las ambiciones nacionales rusas, una actitud muy agresiva hacia muchas otras iglesias ortodoxas", dijo.
“O están ciegos o están sirviendo al diablo”
El patriarca Cirilo se hizo eco de la afirmación de Putin de que los rusoparlantes y los seguidores de la Iglesia ortodoxa rusa de Moscú que viven en el este de Ucrania necesitan ser liberados después de años de opresión.
"Nuestros hermanos y hermanas estaban realmente sufriendo, sufren por su lealtad a la Iglesia", dijo el patriarca Cirilo una semana después de iniciada la guerra.
Pero el padre Pluzhnik, rusoparlante y seguidor del Patriarcado de Moscú durante toda su vida adulta, enfureció con esas afirmaciones.
"Cuando los escucho decir que nos están protegiendo y que están peleando alguna 'guerra santa', pienso que o están ciegos o que no están sirviendo a Dios, sino al diablo", dijo.
"Vivíamos en paz hasta que llegaron. Pero lejos de protegernos, bombardeaban, torturaban y mataban. Antes de la guerra, los feligreses tenían total libertad para elegir a qué iglesia iban, y simplemente iban a la iglesia más cercana a su casa. Para muchos de ellos ni siquiera era una diferencia significativa ir a una iglesia que seguía a Moscú o no, solo querían orar a Dios. Ahora eso cambió", agregó.
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Sergí Bortnik, profesor de la Academia Teológica de Kiev y asesor de la Iglesia ortodoxa rusa en Ucrania, reconoce que hubo un amplio movimiento de personas y parroquias en todo el país que abandonaron su lealtad a Moscú.
"Creo que es quizás la mitad de las 12.000 parroquias (del Patriarcado de Moscú en Ucrania) que dijeron que quieren separarse ahora", afirmó Bortnik.
"El patriarca Cirilo no dijo nada sobre todos los cristianos en Ucrania que fueron asesinados, así que creo que los miembros de nuestra iglesia son libres de poner fin a su conexión con él como patriarca", añadió.
"La conexión de toda nuestra iglesia en Ucrania con Moscú está en duda ahora", dijo.
El objetivo del Kremlin, respaldado por el liderazgo de la Iglesia ortodoxa rusa en Moscú, había sido unir a Rusia y Ucrania en un solo "espacio espiritual".
Pero la forma en que trataron de lograrlo parece haber tenido precisamente el efecto contrario.