A puertas de cumplirse un año del inicio de la invasión rusa a Ucrania la comunidad internacional intenta enviar un mensaje de respaldo a Kiev. En esa línea, todos los ojos están puestos en la cumbre de alto nivel que tendrá lugar este viernes en la capital ucraniana entre los líderes del país y los de la Unión Europea. ¿Cuáles son las expectativas? y ¿qué acción concreta podría resultar de la cita? son las preguntas que esperan ser resueltas.
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Entre la nutrida delegación de comisarios de la Unión Europea que llegó a Kiev el jueves están la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel y el alto representante del bloque para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
La presencia de tales funcionarios refleja la importancia de la cumbre, la misma que ya se dejaba notar la víspera cuando, flanqueada por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, Von der Leyen anunció que un décimo paquete de sanciones contra Rusia debería estar listo para el próximo 24 de febrero, cuando se cumple el primer aniversario del inicio de la guerra.
¿Qué se espera de la cita? Para el analista internacional Roberto Heimovits, del lado de la Unión Europea la intención es enviar un mensaje claro: el bloque respalda a Ucrania más que nunca.
“La cumbre se da en una fecha simbólica. Es un espaldarazo para Ucrania llevar a cabo esta cumbre y es un espaldarazo mayor aún porque se lleva a cabo en la misma capital ucraniana a pesar de las hostilidades y de que Kiev ha sido atacada varias veces por misiles rusos”, dice a El Comercio.
Explica que la Unión Europea quiere dar un mensaje claro al pueblo ucraniano y a Putin al afirmar que el apoyo del bloque a Ucrania no solo no va a flaquear, sino que se va a reforzar cada vez más.
El mayor reclamo
Su entrada a la Unión Europea es, junto con su ingreso a la OTAN, uno de los pedidos centrales de Ucrania en esta cita.
Kiev, que no oculta su deseo de acelerar su adhesión, ha prometido en las últimas semanas continuar su lucha contra la corrupción, más aún luego de que varios funcionarios se vieran envueltos en escándalos vinculados con ese problema
El jueves, la misma Von der Leyen elogió las medidas policiales y judiciales de los últimos días contra funcionarios sospechosos de malversaciones en Ucrania.
Heimovits considera que, en principio, la entrada de Ucrania a la Unión Europea es mucho más posible que su entrada a la OTAN. La Unión Europea pone exigencias importantes a todos sus nuevos miembros y hay una serie de reglas y estándares que los candidatos deben cumplir para ser admitidos, por lo que, en circunstancias normales, Ucrania debería esperar varios años para ver un avance en su solicitud.
“Pero estas no son circunstancias normales, existe la necesidad de darle respaldo moral y político a Ucrania, sobre todo ahora que parece que pronto habrá una nueva ofensiva rusa importante.
En esa línea, considera que se puede argumentar que Ucrania, al pelear con Rusia, está defendiendo también al resto de Europa del imperialismo ruso. “Por ello tal vez la entrada de Ucrania al bloque quizás no se logre en dos años como quiere Kiev, pero sí es probable que los políticos europeos hagan lo posible para acelerar su entrada”, señala el analista.
Más apoyo y la respuesta de Putin
Además del nuevo paquete de sanciones contra Moscú, la Unión Europea anunció más apoyo para Ucrania en varios frentes. Von der Leyen afirmó, por ejemplo, que la Comisión Europea propondrá prolongar un año la suspensión de los aranceles a las importaciones y exportaciones ucranianas, que expira el próximo junio.
Además, a los 18.000 millones de euros en ayuda macrofinanciera que la Unión Europea ha acordado entregar a Ucrania en el 2023, se sumarán 145 millones de euros en asistencia humanitaria y otros 305 millones de euros en cooperación bilateral para la reconstrucción de infraestructuras y para apoyar el proceso de reformas en el país, señala la agencia Efe.
En el plano militar el apoyo va en aumento. Varios países europeos acordaron la semana pasada, incluido Alemania, enviar a Ucrania los tanques modernos Leopard 2, de fabricación germana.
Ucrania también reclama misiles de precisión de un alcance de más de 100 km, pero hasta ahora los países occidentales se han mostrado reacios a acceder a este pedido ante la posibilidad de que los disparos lleguen a territorio ruso y la guerra escale aún más.
Heimovits cree que la postura occidental frente al último punto va a cambiar. Recuerda que hasta hace pocos meses los países europeos y Estados Unidos le habían dicho a Ucrania que no le iban a dar misiles Patriot y finalmente se los dieron.
“También habían dicho que no les iban a dar tanques y ahora ya les van a dar tanques británicos, alemanes y estadounidenses muy avanzados. Cabría pensar que Occidente va a seguir incrementando la cantidad y la calidad de armas que le dan a Ucrania, sobre todo porque los ucranianos han demostrado que sí están dispuestos a pelear y que usan las nuevas armas con gran efectividad. Yo creo que pronto se va a anunciar el envío de nuevos tipos de armamento a Ucrania, incluso los cohetes de largo alcance y, probablemente, en unos meses, aviones de combate”, considera el experto.
A favor de este mensaje está la variable del clima. Putin -explica Heimovits- confiaba en que iba a haber un invierno severo y que varios países europeos iban a romper filas para pedirle a Rusia que les de gas a cambio de dejar de apoyar a Ucrania.
Sobre cómo podría responder Putin a este nuevo espaldarazo de la Unión Europea a Ucrania, el experto defiende que Putin no tiene muchas opciones en este momento. La gran arma de Moscú era el gas, pero el invierno ha resultado ser bastante benigno.
“Los países europeos tienen bastante gas y el plan de Putin ha fracasado completamente. Ahora los países europeos le están diciendo no solo que no van a dejar de apoyar a Ucrania, sino que la van a apoyar cada vez más. La Unión Europea defiende que las sanciones están afectando a la economía rusa, sobre todo a la industria militar”, dice el experto.
Fuera del terreno militar -agrega Heimovits-, Rusia podría intentar escalar la tensión lanzando un ciberataque masivo contra empresas y gobiernos de Occidente, aunque el problema para Moscú es que podría recibir una respuesta aún mayor. “Parece que la gran apuesta de Putin en este momento es lograr entrenar y equipar a los cientos de miles de soldados que ha movilizado para lanzar una ofensiva grande aproximadamente en abril. Es la única respuesta que puede dar por ahora”, concluye.
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