Halloween: 3 casos reales que inspiraron películas de terror

Las películas de suspenso y terror están entre las favoritas de los estadounidenses. Si duda de ello revisemos un poco las cifras. Según la página especializada en estadísticas de la industria cinematográfica The Numbers, entre 1995 y el 2017 se han estrenado 1.448 películas de Thriller y Horror, la quinta y sexta categorías más consumidas en el país donde se popularizó el Halloween.

Y si bien la mayoría de producciones de estas categorías -tan variadas que van desde hechos paranormales hasta asesinatos masivos- son producto de la imaginación, existen otros tantos inspirados en casos reales.

A continuación, tres casos que inspiraron a los cineastas.

1. Pesadilla en Elm Street (1984). 
​La historia de Freddy Krueger, el personaje que le debe haber causado más de una noche en vela, está basada en una serie de extraños casos registrados en Atlanta entre 1977 y 1981. Un artículo de "The New York Times" de esa época reseña que en mayo del 81 "los Centros Federales de Control de Enfermedades de Atlanta investigan cómo 18 laosianos aparentemente sanos murieron en los últimos cuatro años". 

Una posibilidad, apunta el artículo, era que hubieran muerto de miedo a causa de sus pesadillas.

Los 17 hombres y la mujer que fallecieron bajo esas extrañas circunstancias eran parte de los 35 mil miembros de la sociedad montañosa de Hmong que huyeron de la guerra civil que se libró en Laos entre 1963 y 1975. 

El Times señala que si bien la primera teoría de los médicos apuntaba a una arritmia o fallo cardiaco, también contemplaban la posibilidad de que las muertes hayan sido producto del "síndrome oriental de la muerte por pesadilla". 

Un artículo de "Los Angeles Times" publicado en 1987 reportó que desde 1983 hubo otros 130 casos similares. Las víctimas, todas ellas refugiados del sureste asiático, lloraban aterradas en la madrugada mientras dormían y minutos después morían. 

Ante el misterio de estas muertes, el Dr. Friedrich Eckner, del Colegio de Medicina de la Universidad de Illinois, examinó los corazones de las 18 primeras víctimas y encontró fallos en las fibras que conducían los impulsos eléctricos desde el cerebro en 17 casos. 

"Sus corazones hicieron cortocircuito", dijo Eckner en aquella oportunidad. Ante esto la teoría más aceptada es que las muertes estarían relacionadas a un fallo genético de nacimiento. 

Este tipo de muertes solo se registró en personas nacidas en Laos, Camboya, Vietnam, Filipinas y Japón. Además, después de la década de 1980 no se registraron más muertes por pesadillas en EE.UU. 

2. La masacre de Texas (1974).
La película de Tobe Hooper forma parte de la larga lista de novelas, largometrajes, series y producciones musicales que se inspiraron en la figura de Ed Gein "el carnicero de Plainfield". 

El pequeño pueblo de Wisconsin al que le debe el apodo fue su hogar. De pequeño creció en una casa dominada por una madre controladora tanto sobre él como sobre su hermano; la mujer falleció cuando Gein tenía 39 años y fue el punto de quiebre para su desorden psicológico. 

En 1957, a los 51 años, Gein fue arrestado luego que la policía recibiera la llamada de un poblador de Plainfield llamado Frank Worden denunciando que había encontrado un charco de sangre en el piso de la tienda de su familia y su madre, Bernice, había desaparecido.

Gein, sobre quien pesaban reportes policiales por conductas extrañas hacia Bernice, fue arrestado de inmediato. Se encontraba en la casa de un amigo. Sin embargo, la historia se tornó escalofriante  cuando la policía llegó a la casa de Gein. 

Los agentes encontraron el cuerpo decapitado de Bernice colgado de los pies. Su torso, además, tenía un corte por la mitad, similar al que los cazadores les realizan a los venados. 

Además, en la residencia y el jardín se encontraron decenas de restos humanos. Gein los había convertido en forros de muebles, adornos e incluso en prendas de vestir. Además, confesó ante las autoridades que había robado al menos 10 tumbas.

Tras los juicios en su contra, Gein fue declarado inimputable por sufrir de esquizofrenia crónica. Fue recluido en una institución psiquiátrica hasta su muerte, en 1984, por insuficiencia respiratoria.

3. La chica de al lado (2007).
​La película de Gregory Wilson se inspiró en las torturas y asesinato de Sylvia Likens, considerado el "peor caso de abuso físico de Indiana", por los forenses. 

La trágica historia de Linkens (1949-1965) inició en una familia disfuncional donde era la tercera de cinco hermanos. La separación de sus padres y el arresto de su madre -acusada de robar en una tienda- llevaron a que Sylvia y su hermana menor Jenny fueran puestas al cuidado de Gertrude Baniszweski por US$20 semanales. 

Pronto, Baniszweski y sus siete hijos comenzarían a abusar de las hermanas Linkens. La excusa inicial fue que el pago de sus padres se había retrasado. Ante esto, Baniszweski golpeó con paletas de madera de hasta 1 cm de espesor a las niñas. Sylvia se ofreció a recibir el castigo por Jenny, quien sufría de polio, y la agresora accedió. 

Según "The Indianapolis Star", Baniszewski era una persona demacrada, que padecía depresión y estrés por varios matrimonios fallidos. Esto habría llevado a que la mujer descargue su frustración sobre las hermanas Linkens. 

Lo que siguió fueron cuatro meses de castigos, abusos y violaciones sobre Sylvia. Según las autoridades, toda la familia Baniszewski e incluso algunos vecinos participaron de las torturas. Sylvia pasó sus últimas semanas durmiendo en un colchón antiguo sobre el piso del sótano de Baniszewski, sufría de desnutrición, sus genitales habían sido violentados repetidas veces y su cuerpo estaba lleno de quemaduras y cicatrices. 

La policía descubrió el cadáver de Sylvia luego de la llamada de uno de los agresores quien asumió que si llamaba a las autoridades podrían convencerlas de que intentaron ayudar a Linkens. 

Su plan no funcionó y todos los agresores fueron procesados. Gertrude Baniszewski fue condenada a cadena perpetua por asesinato de primer grado. Su hija, Paula, recibió la misma condena acusada de asesinato de segundo grado. Un hijo y dos jóvenes que vivían junto a la casa de Gertrude fueron sentenciados a penas de entre 2 y 21 años de cárcel por homicidio involuntario. 

Tras unos años en prisión tanto Gertrude como Paula fueron liberadas. La primera cambió su nombre por Nadine Van Fossan y se mudó a Iowa, donde vivió hasta de junio de 1990 cuando falleció por cáncer. La casa donde Sylvia fue torturada no fue habitada por 44 años, en el 2009 la demolieron.

Hasta el día de hoy, afuera del departamento de policía de Indianapolis, hay un monumento en memoria de Sylvia Linkens. 

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