“El Talmud judío - la compilación de las antiguas enseñanzas y leyes judías - nos dice que ‘Quien salva una vida, salva un mundo entero’”, recordaba la mañana de este jueves 12 el embajador de Israel en el Perú, Eran Shmuel Yuvan, durante la ceremonia de otorgamiento de la distinción póstuma de Justo entre las Naciones al diplomático peruano José Gambetta Bonatti por haber salvado la vida de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
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El acto, organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú y la embajada de Israel, tuvo lugar en el centro cultural Inca Garcilaso, ubicado en el Centro de Lima. En él participaron, además del embajador israelí, el viceministro de Relaciones Exteriores del Perú, Ignacio Higueras Hare; el sobreviviente del Holocausto Hirsz Litmanowicz; y el sobrino bisnieto de Gambetta, Francisco Leo Luna.
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El título de Justo entre las Naciones es otorgado por Yad Vashem, el Centro Mundial para el Recuerdo del Holocausto ubicado en Israel, a las personas no judías que hayan arriesgado sus vidas para salvar a judíos durante el Holocausto.
Hasta la fecha, unas 28 mil personas de 50 nacionalidades distintas han recibido esta condecoración. Para ser considerado un Justo entre las Naciones, Yad Vashem confirma que el postulado haya participado directamente en un acto de salvación, no haya pedido ni recibido ningún tipo de pago o compensación a cambio de su ayuda, haya actuado bajo riesgo personal y tenga una historia respaldada por testimonios o documentos.
Gambetta se convierte en el tercer peruano en recibir el título de Justo entre las Naciones. Según los registros de Yad Vashem, los únicos dos compatriotas distinguidos anteriormente con dicho honor son José María Barreto, quien trabajó como cónsul general del Perú en Suiza, e Isabel Weill Zuzunaga, quien junto a su esposo salvó a un joven judío en Francia.
HÉROE SILENCIOSO
Hijo de inmigrantes italianos, nacido en el Callao y familiar del conocido militar, político y promotor cultural Néstor Gambetta Bonatti (cuyo nombre lleva una de las avenidas de nuestro primer puerto), José dedicó su vida al servicio del país desde la rama diplomática.
En 1939, cuando la Alemania dirigida por Adolf Hitler lanzaba su invasión sobre Polonia, provocando el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el diplomático chalaco se encontraba trabajando en la embajada del Perú en Varsovia.
Pese a que un año antes desde Torre Tagle se había marcado una postura clara -aunque no oficial- de no apoyar a los judíos que escaparan de la guerra, negándoles pasaportes y salvoconductos, Gambetta sobrepuso su conciencia a las órdenes laborales.
Resultó herido durante un bombardeo nazi sobre la capital polaca, por lo que fue enviado a Rumanía como cónsul general del Perú. Entonces, Gambetta decidió llevarse consigo a los hermanos judíos Josef y Paul Trink, quienes trabajaron como sus asistentes tanto en Varsovia como en Bucarest. Desde dicha sede diplomática, el mismo Gambetta organizó evacuaciones de judíos que intentaban escapar de los nazis.
Para 1942, las relaciones con las naciones del Eje se complicaban cada vez más, llevando a que Gambetta fuera transferido nuevamente, esta vez a Lisboa. El diplomático decidió, una vez más, contravenir las órdenes de Lima y les entregó pasaportes peruanos de servicio a los hermanos Trink.
Ellos dos consiguieron salir de Rumanía gracias a esos documentos, llegar a Suiza y salvar sus vidas. Un año más tarde, en Torre Tagle tuvieron conocimiento de las decisiones de Gambetta, así que ordenaron anular los pasaportes emitidos por su oficina y lo transfirieron a Suiza.
Esto, además, significó el final para la carrera diplomática de Gambetta.
EN NOMBRE DEL PADRE
“El reconocimiento del Sr. José Gambetta como Justo entre las Naciones responde a la solicitud de Claude, hijo de Josef Trink y Emmanuel, hijo de Paul Trink, a Yad Vashem”, detalló el embajador Eran Shmuel Yuvan durante la ceremonia.
“Para ellos era una obligación moral honrar al señor Gambetta, porque su decisión salvó la vida de sus padres”, agregó el diplomático israelí.
Tras pasar por la respectiva evaluación del Comité de los Justos, Yad Vashem reconoció a Gambetta en febrero del 2022 y notificó a su familia. En casa de Francisco Leo Luna, sobrino bisnieto del diplomático y familiar que recibió la distinción, la noticia fue totalmente sorpresiva.
“Para nuestra familia, así como para muchos de ustedes, ha sido una grata sorpresa poder conocer las acciones de José Gambetta”, señaló durante su discurso de agradecimiento. Leo Luna comentó a El Comercio que recordaba a su madre, Amanda Luna Gambetta, sobrina del diplomático condecorado, hablar en algunas ocasiones sobre él.
Por otro lado, Leo Luna destacó la importancia de que “en estos momentos tan convulsos y plagados de tristes ejemplos de corrupción, podamos difundir las acciones de compatriotas rectos y justos”.
“Sirva este reconocimiento a las acciones de José Gambetta Bonatti, como el ejemplo a seguir frente a las grandes adversidades y retos de la vida”, agregó.