Un pozo de 35 metros de diámetro se formó en el condado de Durham, en el noreste de Inglaterra, informó 'The Daily Mirror'. Inicialmente el pozo solo tenía 5 metros de diámetro, pero en los últimos días creció rápidamente, según el testimonio de un habitante local que descubrió el fenómeno el jueves de la semana pasada.
El cráter parece muy profundo, pues no se ve el fondo. Y el sonido que produce la tierra y rocas que caen dentro se oyen durante mucho tiempo. Las lluvias podrían haber causado este hundimiento del terreno, ya que la aldea se sitúa en una región con muchas minas abandonadas donde hay túneles subterráneos, según las estimaciones preliminares.
El poblador que encontró el cráter había salido a cazar conejos. "Si uno de nuestros perros u ovejas cae nunca más los volveremos a ver", dijo.