Bagdad [AFP] Los manifestantes iraquíes pro-Irán que habían acampado ante la Embajada de Estados Unidos en Bagdad abandonaron el lugar este miércoles, tras haber protagonizado un ataque contra el recinto que hizo aumentar las tensiones entre Washington y Teherán.
Al considerar que el “mensaje” de los manifestantes había sido “escuchado”, la coalición de paramilitares del Hashd al Shaabi convocó a sus combatientes y partidarios a desplazar su sentada fuera de la Zona Verde de Bagdad, donde se encuentra la embajada estadounidense.
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►Irak: manifestantes y milicianos incendian una oficina de la embajada de EE.UU. en Bagdad | FOTOS
Si bien la violencia cesó en Bagdad, la escalada entre Irán y Estados Unidos, enemigos entre sí pero potencias con influencia en Irak, continúa.
El presidente estadounidense Donald Trump amenazó con hacer pagar un “alto precio” a Irán, al que acusa de orquestar el ataque a su embajada. Teherán por su parte convocó al representante de Suiza encargado de los intereses estadounidenses en la República Islámica.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, pospuso una gira por Ucrania, Bielorrusia, Kazajistán, Uzbekistán y Chipre, que tenía previsto iniciar, a causa de los incidentes.
Los manifestantes desmontaron las tiendas que habían instalado el día anterior para llevar a cabo una sentada que prometían que sería ilimitada, constató un fotógrafo de la AFP, tras haber atacado la cancillería en repulsa a los bombardeos estadounidenses contra bases de una facción del Hashd en los que murieron 25 combatientes.
Cientos de manifestantes se dirigieron hacia las salidas de la Zona Verde, al grito de “los hemos quemados”. Camiones transportaban las barras de hierro y las lonas de las tiendas desmontadas.
“Hemos cosechado un gran éxito: hemos llegado hasta la embajada estadounidense algo que nadie había hecho antes” y ahora “la pelota está en el campo del Parlamento”, afirmó a la AFP su portavoz Ahmed Mohiedin.
Tras la demostración de fuerza del Hashd, que hizo resurgir para Estados Unidos el fantasma de dos episodios traumáticos en sus embajadas -en Teherán en 1979 y en Bengasi, Libia, en el 2012-, los responsables pro-Irán intentan reunir firmas en el Parlamento para denunciar el acuerdo de cooperación irako-estadounidense, por el que hay 5.200 soldados de Estados Unidos en suelo iraquí.
“Dirección del Hashd al Shaabi”
El Hashd al Shaabi, integrado a las fuerzas regulares tras luchar junto al poder contras los yihadistas, ganó en influencia con la ayuda de su aliado iraní, que ha tomado ventaja en Irak en detrimento de Estados Unidos.
El martes, miles de sus partidarios, combatientes y altos comandantes desfilaron en la Zona Verde para protestar contra los bombardeos estadounidenses del domingo en el oeste de Irak.
Manifestantes destrozaron ventanas y las instalaciones de seguridad de la embajada estadounidense.
En ningún momento las fuerzas iraquíes que vigilan la entrada a la Zona Verde se interpusieron. En las puertas de la cancillería esas fuerzas intentaron detener en vano la violencia.
“No tenemos ninguna orden, hemos perdido toda autoridad” frente al Hashd, declaró el miércoles a la AFP un miembro de las fuerzas especiales iraquíes.
Los lanzamientos de piedras y de cócteles Molotov cesaron por la tarde, después de que la seguridad del Hashd se interpusiera entre la cancillería y los manifestantes.
El miércoles por la mañana, las fuerzas de seguridad estadounidenses de la embajada habían disparado brevemente granadas lacrimógenas para dispersar a la multitud.
Los proiraníes lograron izar una inmensa pancarta con el lema “Dirección del Hashd al Shaabi” en lo alto de la entrada principal del edificio. Y las entradas de la cancillería están ahora cubiertas de banderas blancas del Hashd y amarillas de las brigadas del Hezbolá.
“No puede hacer nada”
El ataque contra la sede diplomática, los bombardeos de Washington y los cohetes que les precedieron hacen temer que la hostilidad irano-estadounidense se transforme en un conflicto abierto en Irak, país aliado tanto de Estados Unidos como de Irán.
El guía supremo Alí Jamenei dijo, dirigiéndose a Trump: “No puede hacer nada. Todo esto no tiene nada que ver con Irán”.
Washington desplegó 750 soldados más en Medio Oriente, “muy probablemente” para que sean enviados después a Irak, según un responsable estadounidense.
Desde su retirada de Irak en el 2011 tras ocho años de ocupación, Washington ha perdido influencia en ese país.
Irak está sacudido desde el 1 de octubre por una revuelta contra los gobernantes, acusados de corrupción e incompetencia, y contra la influencia de Irán.
Los últimos eventos parecen haber eclipsado este movimiento sin precedentes, pero los manifestantes dicen estar decididos a continuar.