La guerra en la franja de Gaza se acerca a los ocho meses sin mejoras sustanciales para la población civil. No solo hay pocas posibilidades de alcanzar un cese al fuego, sino que la crisis humanitaria en el enclave palestino ha alcanzado dimensiones realmente trágicas, mientras más de 120 rehenes israelíes siguen en poder del grupo islamista Hamás.
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El crítico estado de la guerra se ha traducido en las últimas semanas en un aumento exponencial de la presión internacional sobre Israel, que alcanzó su nivel más alto el miércoles 22 con tres países europeos anunciando que reconocerán la próxima semana al Estado palestino, lo que provocó el enojo de la nación hebrea, en plena ofensiva militar contra Rafah, en el sur de Gaza.
En diálogo con El Comercio, Sharon Shaviv, directora del Departamento de América del Sur del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, afirma que su país enfrenta una situación compleja en varios frentes, entre ellas la arena internacional, al tiempo que condena las acciones internacionales que “benefician o premian al terrorismo”. “Nosotros debemos protegernos y eliminar esa amenaza”, enfatiza la funcionaria israelí, quien llegó al Perú esta semana en una visita oficial.
—Israel dio luz verde a la reanudación de las negociaciones para liberar a los rehenes en poder de Hamás. ¿Cuánto influye la presión interna? ¿Se vio reforzada por el video difundido esta semana del secuestro de cinco mujeres soldados retenidas durante el ataque terrorista del 7 de octubre pasado?
Israel se encuentra en una situación muy compleja. Nos hemos enfrentado al terrorismo en su forma más pura y malvada, como se ve en el video de las soldados que vigilaban la frontera entre Israel y Gaza. Israel no tiene control sobre la franja de Gaza desde el 2005 y en el 2007 Hamás se hizo con el control del enclave. Es una entidad independiente. Por desgracia, eligieron el camino del terror. Yo diría que mi corazón también está con los palestinos que tienen que vivir bajo esta terrible organización terrorista. Mientras hablamos, se están disparando misiles contra ciudades y civiles en el norte de Israel. En el sur, los soldados israelíes siguen intentando luchar contra los terroristas de Hamás.
—¿Cómo describiría usted la estrategia que lleva adelante Israel?
Desde el ataque terrorista del 7 de octubre, el gobierno israelí comprendió que tiene que trabajar en dos sentidos. El primero es el de la vía militar para presionar a los terroristas porque no hay otro camino. Tomaron como rehenes a más de 250 niños, hombres y mujeres de todas las edades, torturándolos. Y fue su elección. Podrían haber puesto fin a toda esta terrible situación, pero decidieron no hacerlo. Así que la vía militar es obligatoria. Por desgracia, es el camino que eligieron. La otra vía es, por supuesto, la negociación. La primera ronda de negociaciones -en noviembre y diciembre pasados- fue un éxito y pudimos recuperar a más de 100 rehenes, pero todavía tenemos 128 secuestrados. Nadie conoce su destino, ni siquiera la Cruz Roja. Y creo que el gobierno israelí tiene que seguir trabajando en ambas opciones. El camino de las negociaciones tiene que continuar y esperemos que Hamás decida finalmente liberar a esta pobre gente.
—¿Ve ahora mismo un alto el fuego como una posibilidad?
Por el momento, todo está en manos de Hamás. Por desgracia, siguen sin querer traer de vuelta a nuestros rehenes. Siguen teniendo sus túneles. Nosotros tenemos pueblos en la frontera con Gaza. Hay más de 120.000 israelíes refugiados en su propio país, son israelíes que desde hace casi ocho meses no viven en sus casas, tienen miedo de volver. Nosotros debemos protegernos y eliminar la amenaza del terrorismo.
—España, Irlanda y Noruega reconocerán al Estado palestino a fines de este mes. ¿Cómo cambiará la relación de Israel con estos países?
Bueno, yo diría que es una declaración indignante, sobre todo porque parece un premio al terrorismo. A Hamás y al terror. Nos dice que tuvo éxito el terror de Hamás, que atacó brutalmente a Israel. Hemos visto sus atrocidades, su violencia contra las mujeres, su crueldad. ¿Es este el mensaje de países europeos como España, Irlanda o Noruega? ¿A alguno de esos países le gustaría soportar una situación así? ¿Y que se premie a los que actuaron así?
—La decisión de España, Irlanda y Noruega marca una posición más crítica de una parte de Europa. ¿Cómo toma que haya un creciente aislamiento internacional hacia Israel?
No puedo negar que Israel no está hoy en su mejor situación internacional. Nos enfrentamos a desafíos en varias fronteras. Tenemos desafíos en la arena política, internacional, militar y legal. Pero, al mismo tiempo, tenemos a nuestros aliados que comprenden el derecho de Israel a existir y a defenderse a sí mismo y a sus propios intereses. En realidad, no son solo los intereses de Israel, sino los del mundo occidental, de los países libres que tienen derecho a la autodefensa y luchan contra el terrorismo. Creo que este es el interés de todos. Nuestro principal y más importante aliado es Estados Unidos, pero definitivamente, incluso en América Latina, tenemos más aliados que nos apoyan y esto es muy apreciado.
—¿Cómo ve la relación entre Israel y América Latina en este contexto?
Las relaciones entre Israel y América Latina han cambiado desde el 7 de octubre del año pasado. Algunos países están adoptando una opinión más crítica respecto a Israel y otros están al lado de Israel. En general, estamos muy contentos con las relaciones entre Israel y el Perú. Perú ha condenado las acciones terroristas y a Hamás y ha pedido la liberación de todos los rehenes. Israel está enviando sus condolencias al Perú por nuestras víctimas compartidas del 7 de octubre. Hubo tres ciudadanos con doble nacionalidad, peruanos-israelíes, que fueron brutalmente asesinados. Y nos queda la familia Bibas, conformada por una madre, un padre y sus dos pequeños hijos, Ophir y Kfir Bibas. Son nietos de una ciudadana peruana que está entre los asesinados. Nuestra relación con América Latina es importante.
Por supuesto, en cada país las cosas están en diferentes niveles, es más complejo. Pero esperamos que cada vez más estados de América Latina sigan los pasos de nuestros aliados y comprendan que no se trata solo de Israel, sino de la amenaza de Irán que es para todos.
—¿Cuál es el alcance de las acciones en Irán en este momento?
Cuando hablamos de terrorismo vemos que procede básicamente de Irán. El 13 de abril, Irán atacó Israel con vehículos aéreos no tripulados y misiles. Yo tuve que entrar en una habitación segura de mi casa con mis hijos con la esperanza de que nada cayera sobre nosotros, del mismo modo que millones de israelíes se vieron amenazados aquellos días. Irán trabaja directamente contra Israel, pero también utiliza a sus ‘proxys’. Hablamos de Hezbolá desde el norte, de los hutíes desde Yemen, de las milicias proiraníes procedentes de Iraq. Hablamos, por supuesto, de Hamás, de la Yihad islámica y más. Y, por desgracia, algunos de esos grupos también actúan aquí, en América Latina. Así que creo que tenemos un interés común en detener el trabajo del régimen iraní contra el mundo libre.
—El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, solicitó órdenes de detención contra el primer ministro Benjamin Netanyahu, su ministro Yoav Gallant y dirigentes de Hamás. ¿Qué consecuencias directas tiene esto para los intereses de Israel?
La petición del fiscal Khan es indignante. Poner en el mismo nivel al primer ministro y al ministro de Defensa israelíes y a los dirigentes de Hamás... no tenemos palabras para decir lo indignante que es. Israel es una democracia, es un país democrático. Tenemos elecciones libres. Israel se defiende del terrorismo. No hay palabras para expresar lo vergonzoso que es que se ponga a Netanyahu y Gallant al mismo nivel de los terroristas de Hamás. Es una decisión que no se corresponde con la realidad. Se suponía que Khan llegaría a Israel esta semana para ver con sus propios ojos lo que está ocurriendo en Israel. Y en lugar de ir a Israel, canceló su visita y publicó este anuncio, sin siquiera ver lo que está ocurriendo sobre el terreno, sin ver el sufrimiento en Israel.
—Estados Unidos ha mostrado su apoyo a Israel en el conflicto, pero también ha declarado que está comprometido con una solución de dos Estados. ¿Existe algún escenario en el que Israel pueda adoptar esa medida? ¿O es esa la línea roja que Israel no cruzará?
Como israelíes, siempre hemos sido educados para la paz y aspiramos a ella. Pero la paz tiene que llegar, en primer lugar, sin amenazas sobre Israel, sin terrorismo, y con un diálogo sincero y abierto. ¿Cuándo será el momento adecuado para iniciar esas negociaciones? No lo sé, pero hacen falta dos para bailar un tango. Por el momento, parece que es una opción muy difícil cuando hay terror y se disparan misiles sobre Israel.
—La crisis humanitaria en la franja de Gaza ha alcanzado terribles proporciones, mientras que Israel no ha capturado a los principales dirigentes de Hamás en siete meses de guerra. ¿Cuánto más cree que se alargará este conflicto?
Es una buena pregunta, nadie puede saber cuánto durará. Sobre la ayuda humanitaria es importante decir que Israel ha estado suministrándola y permitiendo que muchos países la lleven a Gaza. Hoy en día, entre 400 y 500 camiones llegan a Gaza a diario. Pero, al mismo tiempo, tenemos testigos de cómo Hamás se hace con el control de esas cargas y no permite que la población disfrute de ella. El terror de Hamás sigue planeando sobre las cabezas de los palestinos en Gaza. Y, al mismo tiempo, algunos de ellos también bloquearon incluso la capacidad de esas vías para llegar a Gaza desde el lado gazatí. De nuevo, ¿dónde está Hamás? Ellos son los gobernantes de la franja de Gaza. ¿Dónde están de cara a su población? La responsabilidad de esto es de Hamás. Israel no es responsable de las atrocidades de Hamás.
—La comunidad internacional, incluido Estados Unidos, lleva meses pidiendo a Israel que presente un plan concreto para evitar víctimas civiles ante cualquier operación militar a gran escala, como la que ahora está en curso en Rafah. ¿Puede Israel garantizar que no morirán más civiles?
Bueno, estamos en guerra. Es muy difícil. Ojalá fuera más fácil y tuviéramos que luchar contra los militares. Pero no estamos luchando contra militares. Estamos luchando contra terroristas que usan a su propia gente como escudos humanos. Ellos luchan desde los jardines de infancia. Nuestros soldados entraron en guarderías y vieron misiles dentro. ¿Cómo se puede luchar contra ellos cuando utilizan a su propia gente como escudo? Los soldados israelíes hacen todo lo posible para evitar esas bajas. Sentimos mucho cada vida que se pierde a causa de esa guerra, pero debemos protegernos del terrorismo. No hay otro camino. Israel hace todo lo que está en sus manos para trabajar de acuerdo con el derecho internacional humanitario.
—Netanyahu se enfrenta a presiones internas, dentro del Gobierno y entre la ciudadanía que no deja de protestar. ¿Hasta qué punto su liderazgo complica la posición de Israel?
Netanyahu es el líder de Israel. En muchos sentidos, no me gustaría estar en este lugar estos días. Él está en una situación muy compleja. Y sí, Israel es una democracia. Y como ocurre en una democracia vibrante, hay diferentes opiniones y diferentes presiones en varios frentes. Sé que nuestro gobierno tiene dos objetivos en esta guerra. El primero es liberar a los rehenes, y el segundo es acabar con el terrorismo de Hamás. Netanyahu sigue estos objetivos y espero que los alcancemos pronto.