Redacción EC

Las imágenes de llamas y humo saliendo de un barco siniestrado en el Mar Rojo, que medios de comunicación iraníes mostraron recientemente, forman parte de los últimos incidentes que han trasladado la histórica enemistad entre e a las aguas del Medio Oriente.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán confirmó este miércoles que el carguero comercial iraní MV Saviz fue atacado el martes por la mañana cerca de la costa de Yibuti. “La explosión [...] causó daños menores sin víctimas. El buque era un barco civil estacionado allí para proteger la región contra los piratas”, dijo el vocero de la cartera, Saeed Khatibzadeh.

MIRA: Un misil alcanza un barco israelí en el golfo de Omán

Sin embargo, la agencia iraní Tasnim dijo que se trataría de un buque utilizado como base de inteligencia por la Guardia Revolucionaria y que llevaba años anclado en el Mar Rojo, cerca de Yemen. Las informaciones de prensa surgidas de Teherán apuntan a que la explosión fue un ataque de “represalia” ejecutado por Israel, país con el que Irán ha intercambiado acusaciones de ataques a buques desde inicios de marzo.

Aunque Israel no reconoció ni negó la agresión, el diario “” informó, citando una fuente oficial estadounidense, que “los israelíes advirtieron a Estados Unidos de que sus fuerzas habían atacado [el “Saviz] el martes hacia las 07h30 de la mañana, hora local”.

El funcionario, que habló bajo condición de anonimato para compartir comunicaciones de inteligencia privadas, dijo que los israelíes habían calificado el ataque como una represalia por los anteriores ataques iraníes contra embarcaciones israelíes, y que el Saviz había sido dañado por debajo de la línea de flotación. La ubicación precisa del barco en el Mar Rojo no estaba clara de inmediato”, indica el medio.

El Saviz en el Mar Rojo en el 2018. (Foto: Captura de video Al Arabiya)
El Saviz en el Mar Rojo en el 2018. (Foto: Captura de video Al Arabiya)

El martes, la agencia iraní Tasnim había informado que el barco resultó dañado por “minas magnéticas en su casco”.

El incidente ocurrió luego de que Irán y Estados Unidos sostuvieran lo que describieron como conversaciones indirectas “constructivas” en Viena sobre el posible regreso de Washington al acuerdo nuclear con Teherán.

Disputa sobre las aguas

Este nuevo frente marítimo en la disputa entre Israel e Irán, normalmente enfrentados por tierra y aire, ha ganado peso desde principios de marzo, cuando ambos países aumentaron las acusaciones mutuas de ataques contra buques.

El último había sido reportado el 25 de marzo, después de que, según Tel Aviv, un portacontenedores de propiedad israelí, el Lori, fue alcanzado por un misil iraní en el Mar Arábigo.

Semanas atrás, el 10 de marzo, el buque portacontenedores iraní Shahre Kord también resultó dañado por un incendio causado por un objeto explosivo en aguas internacionales del mar Mediterráneo. Al referirse a lo ocurrido, el gobierno de Teherán dijo que estaba investigando “un acto de sabotaje”.

A fines de febrero el carguero MV Helios Ray, de propiedad israelí, sufrió una explosión en el golfo de Omán, que no causó heridos entre su tripulación. El ataque a la embarcación, que transportaba varios miles de automóviles de fabricación alemana a China, fue descrito como “una acción iraní” por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien reiteró que Irán es “el principal enemigo de Israel”.

Cuando estos incidentes salieron a la luz, el diario estadounidense “ reveló que Israel ha estado saboteando desde hace más de un año una decena de petroleros y buques iraníes que navegaban por el Mediterráneo y el Mar Rojo. Las embarcaciones llevaban combustible y presunto material de uso militar.

The New York Times” indica que desde el 2019, los comandos israelíes han atacado al menos 10 barcos que transportan cargamento iraní.

El actual primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. AP
El actual primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. AP
/ ABIR SULTAN

La campaña israelí, confirmada por funcionarios estadounidenses, israelíes e iraníes, se ha convertido en un eje del esfuerzo de Israel para frenar la influencia militar de Irán en el Medio Oriente y obstaculizar los esfuerzos iraníes para eludir las sanciones estadounidenses a su industria petrolera”, apunta.

Asimismo, destaca que el alcance de las represalias de Irán no está claro, pues la mayoría de los ataques se llevan a cabo de forma clandestina y sin adjudicaciones públicas de responsabilidad.

Enemigos históricos

La disputa entre Israel e Irán, enemigos acérrimos, influye enormemente en el delicado clima político y social en Medio Oriente.

Las relaciones entre ambos países han tenido altibajos desde el nacimiento del Estado judío en 1948. Aunque inicialmente no fue así, Irán se ha negado a reconocer a Israel desde la Revolución Islámica en 1979 que derrocó al Sha, respaldado por Estados Unidos, y que dio el poder a los ayatolás.

Israel, por su parte, denuncia que Irán tienen un programa secreto nuclear que amenaza su existencia y es un firme detractor del acuerdo nuclear alcanzado entre Teherán y seis grandes potencias en el 2015.

En los últimos años, las tensiones se avivaron luego de que en el 2015 el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidiera terminar con la participación de su país en el acuerdo nuclear.

La enemistad entre Israel e Irán se ha visto agravada por el apoyo que Teherán concede a Siria. El diario español “ABC” recuerda que “dentro del enjambre de alianzas y enemistades que articulan Oriente Próximo, Irán se ha situado del lado de Bashar al Asad en la guerra que desangra Siria desde hace años. Hezbolá, grupo terrorista chiita con base en el Líbano, también es partidario de Damasco y uno de los grandes enemigos de Israel”.

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