El fichaje de James Franco para dar vida a Fidel Castro en una película del español Miguel Bardem ha encendido la enésima controversia en Hollywood.
El responsable de prender la chispa de la polémica fue el actor colombiano-estadounidense John Leguizamo, quien mostró su indignación por la elección de Franco —nacido en California en 1978 y con ascendencia portuguesa, sueca y judía— para interpretar al fallecido líder cubano en un post de Instagram el viernes.
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"¿Cómo es posible que esto siga ocurriendo? ¿Cómo es que Hollywood, además de excluirnos, también robe nuestras historias?", empezó preguntándose Leguizamo, quien en su día presentó en Broadway una obra que llevaba por título Latino History for Dummies ("Historia latina para idiotas").
"¡No más apropiación de Hollywood y de los streamers! ¡Boicot! ¡Esto está mal! Además es muy difícil contar una historia sin engrandecerla, lo que estaría mal. No tengo ningún problema con Franco, pero él no es latino", concluía su aserto.
Se refería al filme independiente "Alina de Cuba", cuyo rodaje se prevé comenzará este 15 de agosto en las ciudades colombianas de Cartagena y Bogotá y estará basado en la historia real de Alina Fernández, una exiliada cubana que descubre que es hija de Castro.
Contará con la actriz Ana Villafañe para encarnar a la hija del líder de la Revolución cubana, y con Mía Maestro en el papel de Natalia Revuelta, su madre.
Al rechazo de Leguizamo se han sumado otras voces.
"Wtf es esto…", escribió por ejemplo la actriz Jess Darrow, quien le puso voz a Luisa Madrigan en "Encanto", en respuesta al post de Instagram.
Por su parte, Jeff Torres, también de origen latino, señaló la falta de oportunidades para los actores como él en la industria: "Estoy haciendo pruebas para otro narcotraficante latinoamericano cualquiera y James Franco va en serio a hacer de Fidel Castro".
Y la salvadoreña Ana Navarro-Cárdenas, presentadora del programa The View, uno de los más populares de la televisión estadounidense, fue más allá al criticar la mera inclusión del personaje de Castro en un filme.
"Quiero pensar que ningún latino querría interpretar y glorificar a un dictador asesino que atemorizó Cuba durante seis décadas", dijo.
Son comentarios similares a los que despertó el fichaje del español Javier Bardem para ponerse en la piel de la estrella televisiva cubano-estadounidense Desi Arnaz en la película Being the Ricardos ("Ser los Ricardo").
Y llegan una semana después de las críticas —en sentido contrario— a Ana de Armas por su acento al interpretar a Marilyn Monroe en el filme Blonde.
En las redes sociales varios usuarios se sumaron a las críticas por la selección de Franco, apuntando a que a pesar de que los latinos constituyen el 18% de la población de EE.UU., no están suficientemente (ni correctamente) representados en Hollywood.
La Iniciativa de Inclusión Annenberg, de la Universidad del Sur de California (USC), respaldó ese parecer con datos en septiembre del año pasado. Tras examinar las 1.300 películas más taquilleras de EE.UU. de los últimos 13 años, encontró solo seis papeles principales en manos de actores latinos o afroestadounidenses. Y solo el 5% de los más de 52.000 personajes analizados contaba con diálogos.
En esa línea, en una columna publicada este domingo en la revista Variety, el analista y crítico Clayton Davis hace referencia al tema y habla de la "persistente eliminación de latinos en Hollywood".
"No está claro cuándo terminarán las excusas para la exclusión de los latinos. Con Netflix despidiendo recientemente a casi todos los empleados de su agencia Con Todo, su plataforma de contenido y audiencia enfocada en latinos, parece que Hollywood todavía tiene mucho camino por recorrer en términos de igualdad", escribía.
“Confusión y crisis de indentidad”
Adelantándose a la polémica, John Martinez O'Felan, el productor de la película, había explicado en la nota de prensa que anunciaba el fichaje de Franco que se habían decantado por este actor porque de entre todos los intérpretes interesados en el papel era el que tenía "más parecido facial".
"Utilizamos los orígenes gallegos de Fidel Castro como nuestra brújula", aseguró el productor.
Y el fin de semana, en unas declaraciones enviadas a The Hollywood Reporter, tachó los comentarios de Leguizamo de "incultos".
"John Leguizamo ha sido históricamente reconocido por los hispanos como uno de los primeros actores de EE.UU. de ascendencia latina desde los años 90, y siempre le he admirado. Pero suscomentarios son incultos y un ataque sin sustancia a este proyecto", aseguró O'Felan.
"Su declaración sugiere ignorancia sobre el hecho de ser 'latino', porque una masa de tierra o un área de vida no determina la historia de la sangre o la genética de una persona".
El productor cree que estas aseveraciones "representan el reflejo en Hollywood de una confusión y crisis de identidad que existe dentro de la comunidad hispana en EE.UU.", prosiguió.
"Argumenta que solo debemos identificarnos como latinos, lo cual se debe a las falsedades difundidas por los actores que se supone nos representan, pero en lugar de eso crean división", añadió.
"Creo que debería reconocer también que esta historia trata de una inmigrante latina que vive en Estados Unidos y que tiene una importancia histórica. Que la película está protagonizada por una mujer latina, así que también debería entender que es un poco decepcionante ver cómo nuestro trabajo es atacado por alguien que dice ser un líder de la comunidad latina".
Por último, O'Felan hizo notar que "Alina de Cuba" cuenta con un elenco y equipo cuyos miembros proceden de "al menos siete naciones a lo largo de todo el mundo".
Franco no ha respondido aún a las críticas, pero Alina Fernández, en cuya vida se basa la película y que ha servido como consultora para la misma, también defendió su elección para el papel de su padre.
"James Franco tiene un parecido físico obvio con Fidel Castro, además de dotes (interpretativas) y carisma", le dijo al medio Deadline.
Otros usuarios de las redes sociales también subrayaron la "inconsistencia" del discurso de Leguizamo, recordando que interpretó al plomero italiano Luigi en Super Mario Bros de 1993.
Sin embargo, la polémica no se ha limitado a quiénes fueron los ancestros de Franco. Quienes rechazan su fichaje también hacen referencia a los escándalos sexuales y las denuncias por abuso en los que el actor se ha visto envuelto.
En 2019 fue denunciado por grupo de alumnas de sus clases de interpretación.
A esta demanda se sumaron más alumnos, que indicaron que el actor recreaba "simulaciones de actos sexuales que iban mucho más allá de los estándares de la industria", grababa a algunas mujeres en sus ensayos y se acercaba a las jóvenes prometiendo trabajos en proyectos de Hollywood que nunca se materializaban.
Por ello, Franco firmó un acuerdo con las víctimas por el que pagó US$2,3 millones a repartir entre las afectadas.