Jenny Lorenzo convive con la contradicción: es de familia cubana pero no habla español con fluidez, era una adolescente “nerd” creciendo entre el reguetón y los bikinis de Miami y se ha convertido en una sensación de internet interpretando a una abuela.
La llamada “abuela cubana” fue un personaje que creó la joven actriz y comediante a partir de su propia abuela, quien llegó a Estados Unidos desde Cuba en la década de 1960.
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Los rasgos del personaje —como insistirles a sus nietos que coman o sentarse en una mecedora a ver la telenovela de la tarde— han resonado con muchos seguidores de Lorenzo que, como ella, son hijos y nietos de inmigrantes.
Su comedia, que lleva desarrollando desde hace casi una década, apela al vínculo que muchos jóvenes latinos nacidos en EE.UU. tienen con su identidad.
A menudo, no han vivido o visitado el país de origen de sus padres o abuelos, pero a través de ellos conservan aspectos como el idioma español o las tradiciones culinarias.
“Personas que ven mis videos comentan: ‘¡Hey, así es mi abuela!’ y no siempre son latinos”, dice Lorenzo en conversación con BBC Mundo desde Los Ángeles.
La joven intérprete, que no solo encarna a este y más personajes sino que escribe, dirige y edita sus videos, cree que existen más similitudes que diferencias en la experiencia de esas abuelas inmigrantes.
“La gente puede pensar que presento un estereotipo, pero este personaje es real y tiene algo en ella que la hace universal y familiar para muchos”, explica.
Popularidad
Lorenzo es una de las caras más conocidas detrás de un movimiento de creadores latinos o latinx en EE.UU. que generan cientos de miles de vistas en videos relacionados con las diferentes culturas e idiosincrasias de sus familias y lugares de origen en Latinoamérica.
En canales de YouTube como Pero Like, Flama o mitú, aparecen segmentos en los que, por ejemplo, un dominicano prueba los platos típicos de un mexicano, o un grupo de latinos explica las dificultades que enfrentan por no hablar español fluido.
El tema del lenguaje, señala Lorenzo, es central en su trabajo. La actriz no habla español con fluidez pese a que algunos de sus personajes, como la abuela, se comunican más en este idioma que en inglés.
El spanglish, en últimas, es el vehículo con el que muchos de sus personajes se mueven con comodidad.
“Vivo en la intersección entre ser cubana y ser estadounidense y el spanglish es clave ahí. Gente como yo, mexicano-estadounidenses, salvadoreño-estadounidenses, usa el spanglish para expresar quiénes son”, describe.
Las diferencias
El surgimiento de estos contenidos, explica Lorenzo, se debe a la necesidad de crear espacios más allá de la televisión y derrumbar preconceptos sobre los latinos en EE.UU.
Especialmente “en este mal momento para los latinos, en el que existe el prejuicio de que somos delincuentes”, dice en referencia a la retórica del presidente estadounidense, Donald Trump.
“Los latinos somos tan diversos en este país que a veces tampoco nos entendemos. Mis amigos mexicanos se sorprendieron de que a mí no me gustara la comida picante”, pone como ejemplo.
Para la actriz, los programas de televisión hechos para el “público latino”, “todavía fracasan porque la gente no se identifica con ellos”.
En oposición, añade Lorenzo, la internet funciona como una especie de tribuna en la que cientos de personas están evaluando su trabajo casi en tiempo real.
“No quiero ser esa comediante que lanza chancletas o habla de tacos todo el tiempo. Los personajes requieren de un trabajo que vaya más allá”, opina.
No solo lo que escribe y actúa, sino su aspecto físico, dice, supone una contestación al estereotipo.
“Soy una mujer delgada y súper pálida, por lo tanto, no encajo en esa tontería de ‘latina ardiente y sexy’ como Jennifer López o Sofía Vergara. Estoy tan cansada de eso...”, dice.
Miami
Además de la popular y entrañable “abuela”, Lorenzo ha creado un universo de personajes de latinas de diferentes generaciones que dejan ver sus diferencias cuando interactúan entre ellas.
Jasleiney, por ejemplo, es una joven gótica amante del anime japonés, que casi no habla español, y que asusta a la abuela con su peculiar forma de ser.
“Mucho de ese personaje soy yo misma”, dice Lorenzo.
Su personalidad “extraña, rara, muy nerda” le complicó la vida en Miami, cuenta.
“No tenía el trasero o los senos grandes y me gustaban otras cosas”, describe.
Pero no encajar no significó que la intérprete sintiera la urgencia de contar su mundo, y así fue que como estudiante de la Universidad de Miami empezó a escribir lo que llama “latino sketch comedy” (comedia latina de sketch).
“Los profesores me decían que escribiera sobre lo que sabía, y mi experiencia era la de crecer en un sitio tan particular como el sur de Florida, una burbuja en la que todos están orgullosos de su cultura y la expresan abiertamente. Además, donde el español es casi un idioma obligado”.
Extrañamente, la “abuela cubana” hizo sus primeras apariciones en un programa por internet llamado “Geekgasm” en el que Lorenzo reseñaba videojuegos y películas animadas.
Ya viviendo en Los Ángeles, la actriz desarrolló más el personaje y fue una de las fundadoras de Pero Like, una de las plataformas más conocidas por sus videos de identidad y cultura latina en EE.UU.
Como independiente, ahora Lorenzo está desarrollando más personajes y dice no tener miedo de que la encasillen como la “comediante de los latinos”.
“Mi propósito es hacer reír pero también representar y mostrar aprecio por mi cultura. Todo se relaciona con la experiencia de crecer entre dos mundos en EE.UU.”, dice.