Libertad de prensa: "Hay normas que solo sirven para asustar"
Libertad de prensa: "Hay normas que solo sirven para asustar"
Renzo Giner Vásquez

Hoy 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa y, como cada año, la fecha no sirve para celebrar, sino para analizar los desafíos que enfrentan los periodistas. La abogada colombiana Catalina Botero advierte sobre el abuso de poder de ciertos gobernantes para criminalizar y castigar a medios críticos.

—¿Cuál es su balance sobre América Latina en esta fecha simbólica?
América Latina tiene algunas ventajas frente a otras regiones, pero también tiene enormes desafíos. Una de las ventajas, por ejemplo, es que cuando los estados que estaban en conflicto armado pasaron a sistemas democráticos garantizaron la libertad de expresión en sus Constituciones. En toda Latinoamérica, salvo Cuba, hay una garantía constitucional a la libertad de expresión como eje central del funcionamiento del sistema democrático. Considerando que dos tercios del mundo no cuentan con esa garantía, podemos considerarlo como un gran avance.

—¿Y los desafíos?
En lo que va del siglo XXI se han producido dos fenómenos extraordinariamente graves. Uno es el crimen organizado que es una gran multinacional con pequeños cárteles de narcotráfico, tráfico de armas, contrabando, inclusive corrupción y captura del Estado en medio de esas mafias. Es mucho más complejo que el simple narcotráfico, que de por sí ya es grave. El crimen organizado tiene una agenda comunicativa y la impone a través de la violencia y la intimidación. La situación de México, Honduras o Colombia, a pesar de que se han reducido los asesinatos respecto a los años 90, sigue siendo grave. Además, es algo que se está expandiendo por la región, el año pasado en Brasil hubo una cifra preocupante. Esto no es una cosa menor y mucho menos excepcional, uno de los objetivos de estas redes es silenciar a la prensa. Hay obligaciones estatales que deberían estar en primera línea de la agenda política. Por ejemplo, en el Perú debería estar en la primera línea de discusión cómo proteger a la prensa y cómo defender a la prensa libre, crítica e independiente de la violencia que produce el crimen organizado.

—¿Cuál es el otro desafío? 

Es un desafío institucional. El arribo de regímenes antiliberales y populistas que utilizan la polarización social para silenciar a los críticos a través de mecanismos jurídicos como la reforma del marco jurídico, la captura del Poder Judicial o el uso del discurso público para convertir al periodismo en una actividad vergonzosa cuando es todo lo contrario. Ese tipo de estrategias en países como Venezuela o Ecuador son extremadamente viables.

—¿Cómo han evolucionado esos dos países?
Tanto en Venezuela como en Ecuador hay una evolución negativa, en la medida que se sienten con más dificultades para gobernar. Por ponerte un ejemplo, hace unos meses tres medios de comunicación citaron a un medio espa- ñol que informaba sobre que EE.UU. investigaba a Diosdado Cabello por su presunta vinculación con el narcotráfico. Por solo mencionar eso, se abrió un proceso penal contra las juntas directivas de esos medios y tienen restricción para salir del país. En este momento, en Venezuela, el 90% de medios en papel no pueden circular con normalidad y los que pueden circular es porque tienen clara cercanía con el gobierno. Sacaron a los medios críticos de Internet, en TV no hay ningún espacio para hacer periodismo independiente. Lo de Ecuador es similar, hay personas condenadas penalmente porque el presidente se siente insultado por una nota de opinión o multas millonarias a favor de Correa porque se atrevieron a denunciar en su contra.

— En el Perú se abrieron procesos contra Fernando Valencia y Rafo León, a quien hoy le leerán la sentencia...
Junto al Comité de Protección a Periodistas presenta
mos hace un par de meses un informe en el que mostrábamos la gravedad de la aplicación de las normas penales en este tipo de casos. Mencionamos otros casos de condenas a periodistas por normas totalmente ambiguas. Todas las organizaciones le han pedido al Perú que revoque las normas de injuria y calumnia, esas normas no sirven para hacer mejor periodismo pero sí para asustar. En ninguna parte se ha demostrado que las normas de injuria contra quienes hacen debates de temas de interés público, sobre personajes o funcionarios públicos, mejore la calidad de periodismo. En Argentina se derogó y el periodismo siguió igual, hay periodismo bueno y periodismo malo. Si el juez del caso de Rafo León lee los estándares internacionales, las decisiones de la CIDH, entenderá que la condena solo comprometerá la responsabilidad internacional del Estado Peruano. Esa condena no tiene ningún futuro. Sin embargo, en el Perú aún hay garantías, en Ecuador y Venezuela el Poder Judicial está totalmente copado por el Ejecutivo que da instrucciones por TV de a quién tiene que condenar y a quién no.

— ¿La autocensura es el riesgo más grande ante este escenario? 

Es exactamente lo que persiguen, ir tras casos ejemplificantes para que la prensa no haga denuncias contra la corrupción, violaciones de derechos humanos o de abuso del ejercicio del poder. Buscan estar totalmente cubiertos porque saben que cuando no hay ningún control interno, el único será la opinión pública y deben mantener a la gente en la ignorancia. Buscan informar lo que ellos quieren y el resultado es lo que está sucediendo en Venezuela, una corrupción que se traga al Estado. 

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El personaje

Catalina Botero.
Nacionalidad: colombiana.
Profesión: abogada.
Trayectoria: Es especialista en derecho constitucional.Desde el 2008 al 2014, fue relatora especial para la libertad de expresión de la OEA.

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