Lula vuelve al Gobierno: ¿Cómo cambia su situación judicial?

A primera vista, la vuelta de Luis Inácio Lula da Silva al Gobierno de Brasil en el segundo cargo más importante (el primero es el de la presidenta Dilma Rousseff) es una forma de enfrentar la crisis que vive el Partido de los Trabajadores (PT), sin embargo, su nombramiento tiene un lado B.

El ex presidente de Brasil consigue la excusa necesaria para dilatar la activación de las acusaciones en su contra. Como nuevo jefe de Gabinete de Brasil, el ex mandatario obtiene el privilegio de los fueros, con lo que solo podrá ser procesado en el ámbito de la Corte Suprema de Justicia.

Tras la denuncia por presuntos delitos de corrupción y el pedido de prisión preventiva de la Fiscalía de Sao Paulo, con el privilegio de los fueros Lula se librará de ser procesado por Sergio Moro, considerado un juez implacable y que fue quien autorizó que el presidente fuera llevado a declarar el pasado 4 de marzo.

Moro encabeza los procesos vinculados a la operación Lava Jato de la Policía Federal, que investiga la trama ilegal en Petrobras.

►Transfieren denuncias contra Lula al juez de Caso Petrobras

La decisión de nombrar a Lula da Silva fue adoptada tras varias horas de reunión entre Dilma Rousseff y el ex presidente, quienes se encontraron durante más de cuatro horas en la noche del martes, en la capital brasileña, y reanudaron la cita en la mañana de hoy.

El actual titular del Gabinete Civil —puesto que asumiría Lula—, Jaques Wagner, pasaría a la secretaría ejecutiva de la cartera, afirmó el portal "UOL".

Lula hizo algunas exigencias para acceder al puesto, según el portal. Entre ellas figuran incorporar nuevos políticos al equipo de Gobierno y cambios en la política económica. En tal sentido, el portal "G1" del grupo Globo indica que está en discusión una reforma amplia del primer escalón del Gobierno, entre otros cambios en diversas carteras.

Respecto a los cambios en la política económica, el medio sostiene que la idea de Lula es darle un giro "a la izquierda" a los rumbos económicos del país, con el uso, por ejemplo, de reservas internacionales para reducir deuda y una reducción de la tasa básica de interés.

Además, el Supremo Tribunal Electoral investiga si la campaña política de Dilma Rousseff que resultó en su reelección en el año 2014 recibió fondos desviados de Petrobras, y la mandataria sufre el rechazo de la mayoría de la población, que salió en forma masiva a las calles el domingo pidiendo su salida.

En Brasilia se cree que la investidura de Lula como jefe de Gabinete también servirá para que el ex mandatario sea procesado y eventualmente juzgado únicamente por el Supremo Tribunal Federal, la corte más alta del país.