La Madre Teresa de Calcuta, será canonizada el 4 de setiembre en una ceremonia solemne presidida por el papa Francisco, quien la considera un ejemplo de solidaridad y entrega, pero también de tenacidad y pragmatismo.
El papa Juan Pablo II, quien falleció en 2005, también reconoció públicamente su admiración por la Madre Teresa de Calcuta y a mediados de los 80 bendijo la primera piedra de la casa que abrió en Roma la menuda y a la vez firme monja.
Sus detractores la acusaban de recibir regalos sin indagar de donde provenían y de haber sido una opositora ardiente del aborto y de la píldora, así como de utilizar su prestigio para denunciar en todo el mundo esas prácticas.
Durante el proceso para su beatificación se descubrió que sufría crisis religiosas y que llegaba hasta poner en cuestión la existencia de Dios.
"Jamás he visto que me cierren una puerta. Creo que eso ocurre porque ven que no voy a pedir, sino a dar. Hoy en día está de moda hablar de los pobres. Por desgracia no lo está hablarle a ellos", confesó en una ocasión.
Al morir, el gobierno indio le concedió un funeral de Estado y su féretro fue trasladado por gran parte de la ciudad en el mismo carruaje en el que fueron llevados los restos de Mahatma Gandhi.
Fotos: AP/Reuters/AFP