McDonald’s dice que la seguridad es una “prioridad global” para la empresa tras muerte de trabajadores peruanos

Tras la muerte de los jóvenes peruanos Alexandra Porras Inga y Carlos Campos Zapata, ocurrida cuando trabajaban en un local de McDonald’s en Lima, la cadena de comida rápida con sede en Chicago afirmó que la seguridad es una “prioridad global”. Asimismo, aseguró que está examinando el tema con Arcos Dorados, que tiene la franquicia del restaurante en el país, informó el diario estadounidense “The New York Times”.

Este domingo, las autoridades encontraron los cadáveres de Porras y Campos, ambos de 18 años, dentro del local de Mc’Donalds del distrito de Pueblo Libre. Según la información inicial, los jóvenes limpiaban la cocina al término del turno de madrugada cuando sufrieron una descarga eléctrica que, al parecer, fue generada por el mal funcionamiento de una máquina expendedora de bebidas.

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Al dar cuenta de la terrible noticia, “The New York Times” recuerda que Arcos Dorados, una empresa que cotiza en la bolsa, tiene el derecho exclusivo de operar franquicias de McDonald’s en al menos 20 países de Latinoamérica y el Caribe y que, gracias a su precipitada expansión en la región en los últimos años, cuenta con más de 90.000 empleados en más de 2.000 restaurantes.

El medio estadounidense detalla que Arcos Dorados se ha centrado en la contratación de jóvenes, publicitando su capacidad para proporcionarles su primer trabajo y de tener un “impacto social transformador” en Latinoamérica.

Arcos Dorados está dirigida por el millonario colombiano Woods Staton, un empresario llamado “El hombre Big Mac” por un sector de la prensa colombiana.

El diario español “El País” afirma en una nota del 2017 que “después de que en el 2007 [Staton] encabezara la compra (por 700 millones de dólares) de 1.560 restaurantes y los derechos de operación de la marca norteamericana en América Latina y el Caribe, Staton se ha convertido en el mayor operador de la compañía estadounidense a nivel global”.

La abogada Elizabeth Carmona, representante de la familia de la joven fallecida, aseguró a América Televisión que la empresa cometió una “negligencia punible” y dijo que incluirá en una demanda a la Municipalidad de Pueblo Libre por no haber hecho cumplir las normas de seguridad.

Precisamente, tras informarse del accidente, la Municipalidad de Pueblo Libre clausuró el local tras señalar que no se permitió el ingreso de sus inspectores para efectuar una evaluación del establecimiento.

Carlos Campos y Alexandra Porras habían terminado recientemente la secundaria y trabajaban en el turno nocturno desde hacía seis meses en ese local de comida rápida.