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Redacción EC

Tapachula. [EFE]. Migrantes centroamericanos deambulan por las calles de Tapachula, en el sureste de México, donde han quedado a la deriva debido a la pandemia del SARS-CoV-2, exponiéndose a contagios y en una grave situación.

En este municipio del empobrecido estado de Chiapas, los principales albergues para personas provenientes en su mayoría de Honduras, EL Salvador y Guatemala tomaron la medida de suspender temporalmente nuevos ingresos a sus instalaciones desde finales de marzo para evitar hacinamiento y contagios del COVID-19.

Esta decisión dejó desamparados a estos extranjeros, que se suman a los centenares que estos días continúan varados en Tapachula esperando resolver sus trámites migratorios, o proseguir hacia el norte.

La estamos pasando bien mal, no tenemos donde dormir, no tenemos nada que comer y hay varios compatriotas de Honduras y El Salvador que piden una ayuda para todos los migrantes” dijo este jueves a EFE Alberto García, un migrante de El Salvador.

El albergue Belén es uno de los lugares de descanso cercano a la frontera sur entre México y Guatemala.

Este lugar ubicado en las afueras de Tapachula, a unos 40 kilómetros de la frontera, cerró sus puertas a los migrantes, porque no tienen las condiciones sanitarias, ni han recibido apoyo de los gobiernos para prepararse y albergar a tantas personas.

En los alrededores de este hospedaje un grupo de 30 migrantes de Centroamérica, principalmente, utiliza la sombra de un árbol de mango como refugio para pasar los días del coronavirus, ya que desde hace un mes le han negado el acceso al albergue.

Eduardo Méndez, un migrante de Honduras que viaja con su familia, relató que la pandemia del coronavirus los ha dejado estancados, además de que no cuentan con oportunidades laborales para los extranjeros.

“(Sin) los papeles no podemos hacer nada, porque los tienen ‘afrizados’ (retenidos), no podemos hacer nada y movernos a otro lado”, lamentó Eduardo.

Tapachula, en el sureste de México, ha sido lugar de tránsito para los migrantes que llegan desde el centro del continente con dirección a Estados Unidos. (AFP / Johan ORDONEZ)
Tapachula, en el sureste de México, ha sido lugar de tránsito para los migrantes que llegan desde el centro del continente con dirección a Estados Unidos. (AFP / Johan ORDONEZ)
/ JOHAN ORDONEZ

Vecinos inconformes

Los vecinos cercanos a la colonia (barrio) San Antonio Cahoacan, ubicada a un costado del albergue Belén, denunciaron que los migrantes realizan sus necesidades fisiológicas en la vía pública, duermen en la calle y ahora hay entre 25 y 30 personas que duermen bajo un árbol a unos cuantos metros del albergue.

Esta situación es inhumana. Yo creo que no es permisible, que un ser humano sea tratado de esa forma, cuando ha sido invitado o se le ha permitido entrar al país”, dijo la vecina Anaya Interiano.

Otros pobladores de esta ciudad fronteriza mostraron otro tipo de descontento, alegando que en la noche los migrantes consumen bebidas alcohólicas y han generado algún tipo de altercado.

Alfredo Cruz, vecino del mismo barrio, señaló la paradoja que mientras que a la población mexicana se le ha exigido quedarse en casa, estos migrantes desamparados pueden contagiarse porque no cuentan con ninguna medida sanitaria, como gel antibacterial o cubrebocas.

Por ello, la mayoría de habitantes de este barrio de Tapachula hicieron un llamado al Instituto Nacional de Migración (INM) para que proporcione todos apoyos necesarios a la comunidad migrante.

Piden ayuda humanitaria

Los migrantes que han quedado fuera de los albergues apenas reciben apoyo y distraen el hambre con peces, cangrejos -que atrapen de un arroyo- así como fríjoles y huevos, que cocinan en un improvisado asador elaborado con piedras y varillas.

María Claros, migrante de Honduras, suplicó a la población mexicana que les donen algunos víveres, ropa, suéteres y agua para poder afrontar la pandemia del coronavirus, que suma en México 78.023 casos y 8.597 fallecidos.

Comida, pollo, ropa para los niños y para nosotros porque vienen la temporada de lluvias no tenemos como abrigarnos cuando llueve”, pidió.

Entre los grupos de migrantes que se mantienen en las calles en busca de trabajo y un lugar donde vivir, también hay niños que requieren atención médica y alimentos.

En México, la migración aumentó desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes centroamericanos comenzaron a ingresar al país para llegar a Estados Unidos.

En junio de 2019, ambos países llegaron a un acuerdo y México desplegó miles de agentes de seguridad para vigilar sus fronteras.

En enero pasado, hubo varios intentos infructuosos de cruzar desde Guatemala a México en caravana.

Desde que empezó la pandemia de coronavirus en México se han producido motines en algunos centros migratorios por falta de condiciones.

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¿Qué es el coronavirus?

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diferentes afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).

El coronavirus descubierto recientemente causa la enfermedad infecciosa por coronavirus COVID-19. Ambos fueron detectados luego del brote que se dio en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

El cansancio, la fiebre y la tos seca son los síntomas más comunes de la COVID-19; sin embargo, algunos pacientes pueden presentar congestión nasal, dolores, rinorrea, dolor de garganta o diarrea.

Aunque la mayoría de los pacientes (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial, alrededor de una de cada seis personas que contraen la COVID-19 desarrolla una afección grave y presenta dificultad para respirar.

Para protegerse y evitar la propagación de la enfermedad, la OMS recomienda lavarse las manos con agua y jabón o utilizando un desinfectante a base de alcohol que mata los virus que pueden haber en las manos. Además, se debe mantener una distancia mínima de un metro frente a cualquier persona que estornude o tose, pues si se está demasiado cerca, se puede respirar las gotículas que albergan el virus de la COVID-19.

¿Cuánto tiempo sobrevive el coronavirus en una superficie?

Aún no se sabe con exactitud cuánto tiempo sobrevive este nuevo virus en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus.

Estudios indican que pueden subsistir desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).

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