Mujeres van por las riendas de las grandes potencias
Mujeres van por las riendas de las grandes potencias

Si ganara las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos y la conservadora fuera designada primera ministra de Reino Unido en septiembre, tres de las principales potencias del mundo estarían gobernadas por mujeres. La tercera es Alemania, donde la canciller dirige los destinos de su país sin interrupción desde 2005.

Sin contar las dos monarcas reinantes, en Dinamarca y Gran Bretaña -que en realidad no gobiernan-, hay en la actualidad 11 presidentas y siete primeras ministras. Pero, excepto por Michelle Bachelet en Chile, Dilma Rousseff en Brasil (suspendida por 180 días) y Merkel en Alemania, ¿quién lo sabe?

¿Quién conoce a la presidenta de Lituania, Liberia, Malta, Nepal, Corea del Sur o Taiwán? ¿O a las jefas de gobierno de Noruega, Namibia, Bangladesh o Polonia? ¿Quiere decir esto que las mujeres a cargo de la pesada tarea de gobernar son anodinas o incapaces de hacerlo en forma diferente de los hombres? ¿O, justamente, igual que los hombres?

Para antropólogos, sociólogos, psicólogos y especialistas varios, los hombres y las mujeres tienen idénticas cualidades, con variaciones individuales, pero no esenciales en términos de naturaleza sexuada masculina o femenina. Pero los determinismos culturales persisten.

"La verdadera igualdad existirá el día en que una mujer tan incompetente como un hombre acceda a las más altas funciones del Estado", solía decir la escritora francesa Françoise Giroud.

La broma revelaba, sin embargo, algo verdadero: siempre se espera que una mujer sea totalmente perfecta para acceder al poder, mientras que se perdona a un hombre cantidad de incompetencias e incluso de gaffes.

— Sucesión —

El camino hacia la cima es más exigente para las mujeres. Pero todos los especialistas lo afirman: prácticamente no hay diferencias en el ejercicio del poder.

"El argumento 'las mujeres son más sensibles y más humildes' es un enorme cliché al cual no adhiero. Para llegar a la más alta esfera del poder, una mujer necesita aferrarse. Imposible imaginarla dulce y gentil con los adversarios. La política es feroz", estima el historiador François Durpaire.

La permanencia en el poder de la canciller Merkel; de la ex primera ministra Margaret Thatcher; la carrera de Hillary, y de tantas otras dirigentes de primer plano parece demostrarlo. Como sus pares masculinos, en el aciago camino hacia la cima, unas y otras han tenido que abandonar -e incluso traicionar- a amigos y enemigos.

"La idea de que los hombres son más agresivos y más arriesgados es una concepción profundamente 'biologista' y difícilmente aceptable", afirma por su parte Jennifer Lawless, de la American University's Women and Politics Center.

Para algunos expertos hay, sin embargo, una diferencia: la mirada que mujeres y hombres portan sobre un número determinado de cuestiones. Las mujeres pueden focalizarse sobre temas sociales que no son particularmente atractivos para sus pares masculinos.

"Lógicamente se podría imaginar que las mujeres son más sensibles a la idea de paridad o a la articulación entre vida profesional y familiar. Pero no mucho más", afirma el especialista británico en gobernabilidad Laurel Stone.

La gran antropóloga francesa del género, Françoise Héritier, ha pasado su vida afirmando que no hay diferencia fundamental en la manera de gobernar entre hombres y mujeres. A su juicio, lo que la gente espera de los políticos es la capacidad de pensar situaciones determinadas y dar las respuestas adecuadas.

"En otras palabras, no apretar el botón rojo y lanzar el arma atómica si no hay necesidad", dice. Y concluye: "Como en el caso de Golda Meir o Margaret Thatcher, las mujeres dirigentes demuestran, y los hechos lo confirman, que no son particularmente tiernas en el ejercicio del poder".

— Tres damas que conocen los juegos de poder —

• Angela Merkel: la canciller de hierro

— Profesión: química
— Edad: 61 años

 

Angela Merkel. (Foto: Reuters)

En 2005 se convirtió en la primera mujer en ser designada canciller de la república. 

Desde entonces es considerada la mujer más poderosa del mundo, calificación que se ha ganado por su protagonismo en la gestión de varias crisis regionales y globales, como el crack financiero de 2008, la bancarrota de Grecia y, más recientemente, la ola de refugiados que desataron los conflictos bélicos en Medio Oriente y Siria. 

Merkel intenta diseñar una salida sin traumas de Gran Bretaña de la Unión Europea, luego del referéndum en el que lo británicos se inclinaron por el divorcio con el bloque.

Hillary Clinton: quiere la llave del Salón Oval

— Profesión: abogada
—Edad: 68 años

 

Hillary Clinton. (Foto: AFP)

En 2008, y contra todos los pronósticos, el entonces poco conocido senador Barack Obama sepultó los sueños de Clinton de alcanzar la nominación demócrata a la presidencia norteamericana para, eventualmente, convertirse en la primera mujer en liderar a la superpotencia económica y militar. 

Ocho años después, en los que sumó experiencia al conducir de 2099 a 2013 la diplomacia norteamericana, Hillary peleará con Donald Trump el derecho a ocupar el Salón Oval en los comicios de noviembre próximo, con alta posibilidades de hacer historia como lo hizo Obama.

Theresa May: la favorita de los tories

— Profesión: geógrafa
—Edad: 60 años

 

Theresa May. (Foto: Reuters)

La actual ministra del Interior de Gran Bretaña, una de las principales colaboradoras del primer ministro, David Cameron, es la favorita a reemplazar a su jefe tanto en el liderazgo del Partido Conservador como en el gobierno británico. 

La renuncia de Boris Johnson -uno de los ganadores tras el voto favorable al Brexit- a pelear la jefatura y el poder impulsó de forma meteórica las posibilidades de May, cuyo principal rival es Michael Gove, el ministro de Justicia y hasta el jueves máximo aliado de Johnson al que le quitó su apoyo para buscar él ingresar en el 10 de Downing Street.

 

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Fuente: La Nación de Argentina,GDA

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