Montevideo. El presidente de Uruguay, José Mujica, afirmó hoy que los alzamientos populares acontecidos en los países árabes desde el 2010, conocidos como la Primavera Árabe, hasta la actualidad han alentado peligrosos fanatismos "contrarios a la convivencia humana".
"La Primavera Árabe no fue tan primavera, ni nada por el estilo, lo que ha dejado una secuela de fanáticos", aseguró el mandatario uruguayo en una entrevista para la radio El Espectador.
Mujica calificó de peligroso cualquier tipo de fanatismo, ya sea "religioso, político o deportivo", porque significa "la imposición", lo que, defendió, es "contrario a la convivencia humana".
CRITICÓ A OCCIDENTE
Aunque afirmó que lo mejor de Occidente es "la verdadera tolerancia", reseñó, aunque cuestionó las acciones occidentales en los países árabes, a las que achacó como posible detonante de las posturas fanáticas en sus ciudadanos.
"Cuando se exagera la política de intervención, cuando ha habido aplastamientos masivos, guerras inveteradas de ocupación, se deja gente aparentemente derrotada, que en el fondo es un verdadero semillero para el fanatismo", espetó.
Así, Mujica se refirió a las intervenciones militares de los países occidentales en Afganistán e Iraq.
"¿Qué pasó con su gente derrotada y aplastada?", reflexionó el presidente uruguayo, quien afirmó que "si tú siembras terror, te van a contestar en forma parecida" y que "el que pierde va a buscar la manera del desquite, de la venganza".
No obstante, el veterano mandatario apostilló que esta situación "por el grado de barbarie de los acontecimientos" no sirve de justificación, en referencia al ataque terrorista perpetrado en París por fundamentalistas islámicos contra la revista satírica Charlie Hebdo la semana pasada, pero los "explica", añadió.
Preguntado sobre si cree que pudieran anidar fanatismos en los exprisioneros de Guantánamo refugiados en Uruguay desde el pasado diciembre, Mujica respondió que "seguro que es un peligro en el que uno tiene que bucear y estar informado".
Hay que "ayudar en el campo de las relaciones personales y en el campo de la marcha de la familia", añadió el mandatario uruguayo, para quien es necesario trabajar en el valor de "las pequeñas cosas de la vida" como fundamento para inhibir las posturas radicales.
Fuente: EFE