Un nuevo golpe para las aerolíneas. El aumento de los casos de la variante ómicron del coronavirus COVID-19 ha obligado a que varias empresas estadounidenses cancelen vuelos, incluso en pleno día de Nochebuena.
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Hasta el cierre de esta nota, entre United, Delta y Alaska Airlines se ordenó que más de 200 conexiones se quedaran en tierra. Y no solo se trata de evitar la propagación del COVID-19 entre los pasajeros, sino que su fuerza laboral quedó mermada por el virus.
United escribió en un comunicado: “El aumento a nivel nacional en los casos de ómicron esta semana tuvo un impacto directo en nuestras tripulaciones y las personas que dirigen nuestra operación”.
La decisión era previsible en tanto que, desde ayer, algunas de las empresas alertaban del aumento de positivos entre sus empleados. Ello se sumó a situaciones climatológicas, todo lo cual dio como resultado que miles de personas quedaran varadas.
“Los equipos de Delta agotaron todas las opciones y recursos -incluyendo cambios de ruta y sustituciones de aviones y tripulantes para cubrir los vuelos programados- antes de cancelar alrededor de 90 vuelos para el viernes”, se agregó en el comunicado.
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Infobae cita a la Administración de Seguridad en el Transporte que recuerda que esta es una de las épocas del año con mayor tráfico. La Navidad y el Año Nuevo son festividades que vuelven a este “uno de los periodos más activos para las ventas de pasajes aéreos”.
Univisión anota que, si se toman en consideración las cancelaciones de otras empresas como JetBlue o Allegiant, la cifra llega a 1.900.
El efecto dominó
Esta semana se supo que, por lo menos durante el invierno boreal, Lufthansa cancelará decenas de vuelos. La razón: ómicron.
“Debemos cancelar 33.000 vuelos, o sea, alrededor del 10% de los vuelos programados para este invierno [...] Constatamos una importante caída de las reservas entre mediados de enero y febrero”.
Esto se condice con la información compartida por la Asociación de Aeropuertos Europeos, ente que calcula que el “tráfico de pasajeros disminuyó en 20% [...] cuando la Organización Mundial de la Salud anunció haber identificado esta nueva variante”.
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La poderosa Ryanair también anunció el recorte de su capacidad.
Al respecto, La Vanguardia escribe: “La low cost ha rebajado su estimación de tráfico de enero en un 33%, culpando a las restricciones de viaje en Francia, Alemania o Marruecos tras la aparición de la variante ómicron”.
Diciembre también fue golpeado: se calculaba trasladar a once millones de pasajeros, pero entre cancelaciones, se llegó solo a 9.5 millones.
Por estos motivos, Ryanair estimó en noviembre que perderá “entre 250 millones de euros y 450 en su ejercicio fiscal, que finaliza en marzo”, siendo que antes de la aparición de ómicron los cálculos apuntaban a “entre 100 millones y 200 millones de euros”.
Vale recordar que, a finales de noviembre, Michael O’Leary, el delegado de Ryanair, sostuvo que no iban a suspender vuelos porque no creían que ómicron fuera una “razón justificada para alertar a personas con la pauta de vacunación completa o portadoras de un test PCR con resultado negativo”.
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Esta coyuntura sucede luego de que el mercado de aerolíneas mejorara un poco, tras saberse que ómicron no es tan letal como otras variantes del coronavirus. Sin embargo, las restricciones de los países siguen siendo una piedra en su zapato.
En paralelo, a inicios de esta semana, en Brasil, la aerolínea ITA suspendió sus operaciones para empezar una reestructuración interna. En total, se cancelaron 500 vuelos, afectando a 50 mil personas.
Las naciones se protegen
Para tratar de menguar la propagación ómicron -que ya batió el récord de contagios en España, Francia y el Reino Unido-, los países están tomando medidas más o menos estrictas.
Escocia, por ejemplo, ordenó que los clubes nocturnos cerraran el jueves último; en China se dispuso el confinamiento obligatorio en la ciudad de Xi’an; España obligará a que las personas usen mascarillas en exteriores, en tanto que en Grecia -donde se cancelaron las festividades públicas de Navidad y Año Nuevo- la disposición también alcanza los espacios interiores.
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Mientras tanto, en Chile -que cuenta con el 86% de su población completamente vacunada- se afirmó que pronto se empezará a ofrecer la cuarta dosis desde febrero. Ecuador, por su parte, declaró que la vacuna contra el coronavirus es obligatoria a partir de los 5 años.
Sobre ómicron, lo que hasta ahora se sabe por estudios preliminares es que sus síntomas parecen ser menos severos que otras variantes. Pero, aun así, se teme que, debido a su capacidad de contagio, el sistema sanitario vuelva a colapsar.
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