Washington (Reuters). El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, envió un mensaje a su par cubano Raúl Castro a través del líder de Uruguay, pidiendo la liberación de un contratista estadounidense encarcelado y el fomento de las reformas políticas, dijeron el viernes funcionarios estadounidenses.
La comunicación de nivel presidencial, incluso indirecta, es poco frecuente entre Estados Unidos y Cuba, que no tienen relaciones diplomáticas y han sido enemigos ideológicos desde poco después de la revolución liderada por el ex presidente Fidel Castro en 1959.
Obama y Castro estrecharon las manos en el funeral del líder sudafricano Nelson Mandela en diciembre, intercambiando informalidades pero sin que discutieran asuntos de Estado.
El presidente uruguayo, José Mujica, un izquierdista que ha buscado activamente intervenir para ayudar a mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, visitó la Casa Blanca en mayo.
Funcionarios estadounidenses dijeron entonces que Obama pidió a Mujica instar Castro para liberar a Alan Gross, quien ha cumplido en la isla cuatro años y medio de cárcel tras una condena de 15 años por el intento de establecer un servicio ilegal de internet en Cuba.
El caso Gross ha impedido cualquier avance importante en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
"El presidente Obama pidió al presidente Mujica utilizar cualquier oportunidad que pudiera para transmitir el mismo mensaje al presidente Castro", dijo el viernes el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Patrick Ventrell.
"Con respecto a Cuba, el presidente Obama ha instado al presidente Mujica a utilizar su considerable credibilidad como líder regional para fomentar las reformas políticas y económicas en Cuba, señalando que esas medidas serían bien recibidas por los Estados Unidos y otros miembros de la comunidad internacional", dijo Ventrell.
El semanario uruguayo Búsqueda, primero en informarlo el jueves, dijo que Mujica transmitió un mensaje de Obama a Castro el pasado fin de semana, cuando Mujica y Castro asistieron a la cumbre del G-77 en Bolivia.
Gross, de 65 años, fue detenido en 2009 al intentar establecer una red de internet para la comunidad judía en La Habana, mientras trabajaba como subcontratista de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Cuba consideró subversivo el programa y en el 2011 un tribunal cubano lo condenó a 15 años de prisión.
Cuba ha tratado de vincular su caso a los de tres agentes cubanos que cumplen largas penas de prisión en Estados Unidos por espiar a grupos de exiliados cubanos en Florida. Los Estados Unidos han rechazado cualquier tipo de intercambio de los agentes por Gross.