Ciudad de Panamá. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió este viernes con opositores cubanos y venezolanos, en un foro con activista de derechos humanos, poco antes de un histórico encuentro con su homólogo cubano, Raúl Castro, en la Cumbre de las Américas.
Obama conversó a puerta cerrada con los disidentes Manuel Cuesta y Laritza Diversent, durante un debate de la sociedad civil al margen del foro hemisférico que se celebra en Panamá este viernes y sábado.
Es un guiño hacia la disidencia cubana, antes de que Obama y Raúl Castro se vean las caras en la inauguración de la VII Cumbre de las Américas.
"Estamos a su lado en cada paso del camino", dijo Obama previo al encuentro con los activistas. El mandatario estuvo flanqueado por los presidentes de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, y el uruguayo, Tabaré Vázquez.
"La sola participación de Cuba en este cónclave es un acto flagrante, un insulto a la democracia", declaró a la AFP el disidente Jorge Luís García Antúnez.
El sábado los gobernantes mantendrán una reunión bilateral, tras más de cinco décadas de conflicto entre Estados Unidos y Cuba.
Será el primer encuentro de un mandatario estadounidense y uno cubano desde que en 1956 Dwight Eisenhower y Fulgencio Batista también se vieron en esta ciudad. Y ocurre tras anunciar el pasado 17 de diciembre el proceso de normalización de relaciones entre sus países, rotas dos años después de que Fidel Castro llegó al poder en 1959.
La imagen de un apretón de manos inmortalizaría el momento que refrenda esa histórica decisión, lo que la hace muy diferente al breve saludo del 2013 en el funeral de Nelson Mandela.
Obama habló por teléfono con Castro el miércoles desde Washington antes de partir a Panamá, según una fuente de la Casa Blanca, en su segunda conversación telefónica luego de la que sostuvieron poco antes del anuncio en diciembre.
En lo que hasta ahora fue la reunión de mayor nivel en medio siglo, el secretario de Estado John Kerry y el canciller cubano Bruno Rodríguez conversaron el jueves en Panamá, casi tres horas, sobre la apertura de embajadas.
Obama pretende en la cumbre mejorar su relación con América Latina. "Aquellos días en que nuestra agenda en este hemisferio muchas veces se jactaba de que Estados Unidos podía interferir con total impunidad (...) esos días terminaron", destacó.
Raúl Castro entra por la puerta grande a un foro del que la isla comunista estuvo excluida desde la primera Cumbre de las Américas de 1994. A esta cita con la historia el presidente estadounidense no llega con las manos vacías.
"Lo que hace histórica esta cumbre es la participación de Cuba. Pero nadie hubiera asegurado que el estreno cubano tuviera lugar en medio de intensas negociaciones bilaterales", afirmó Carlos Malamud, investigador de América Latina del Real Instituto Elcano de Madrid.
Obama informó el jueves que el Departamento de Estado terminó de revisar la presencia de Cuba en la lista de países patrocinadores de terrorismo. Pero aún no ha tomado una decisión sobre ese asunto, aclaró en Panamá Ben Rhodes, asesor de Obama.
Aunque el retiro de esa lista allanaría el camino para la reanudación de nexos diplomáticos, queda mucho por andar. Respaldada por América Latina, Cuba reclama el territorio de Guantánamo que ocupa la base naval estadounidense y el fin del embargo impuesto en 1962. Estados Unidos pide avances en derechos humanos.
Una mejor relación con América Latina es el legado que quiere dejar Obama en la región, antes de finalizar su mandato.