Ni demócratas ni republicanos pueden tomarse un respiro en los pocos días que faltan para las elecciones del 5 de noviembre. Con cifras tan ajustadas en las preferencias por uno u otro partido y con -por lo menos- siete estados donde todavía no está claro si sus votos electorales irán a Kamala Harris o a Donald Trump, las campañas se han puesto más frenéticas y los actos proselitistas no cesan.
El último sondeo de octubre realizado por The New York Times/Siena College muestra una paridad absoluta de 48& de votación para cada uno. A comienzos de este mes, en un sondeo del mismo grupo, la vicepresidenta demócrata se imponía al exmandatario republicano con 49% versus 46%.
En tanto, según el promedio de encuestas de FiveThirtyEight, hay alrededor de 1,7 o 1,8 puntos porcentuales de ventaja a favor de Harris. Pero ya sabemos que en Estados Unidos el sistema electoral es indirecto, es decir, los ciudadanos no eligen directamente al postulante sino a los electores que formarán parte del Colegio Electoral, donde se decidirá al futuro jefe de Estado.
Del lado demócrata, gran parte del mundo del arte y del espectáculo se ha volcado hacia Harris con artistas como Taylor Swift, Lizzo, Stevie Wonder, Bruce Springsteen, Beyoncé o Usher pidiendo el voto para ella, pero quien realmente electriza más a los partidarios demócratas es el expresidente Barack Obama.
1
De un estado a otro
Ya lo habíamos visto en la campaña del 2020 que llevó a Joe Biden a la presidencia, pero no con el ímpetu y el don de ubicuidad que está mostrando en los mitines demócratas en esta recta final. Barack Obama estuvo el lunes 21 en Madison (Wisconsin) con el candidato a vicepresidente demócrata, Tim Walz; el martes 22 compartió escena con el rapero Eminem en Detroit (Michigan) y este jueves 24 estuvo con el rockero Bruce Springsteen 'El Jefe' y la mismísima Kamala Harris en Atlanta (Georgia).
2
La carta de más peso
No hay figura más popular en la casa demócrata que el expresidente -si acaso, la única que le puede hacer sombra es su esposa Michelle- y es por ello que hasta el 5 de noviembre seguirá de gira por cada uno de los siete estados clave que definirán la elección. ¿Angustia y nerviosismo por cifras que ya no sonríen tanto o necesidad de asegurar y apuntalar la candidatura de Harris en una contienda tan ajustada? Cada quien lo interpreta como desea en un ambiente electoral tan polarizado.
3
Todo en juego
Según algunos sondeos, Trump está logrando avances sorprendentes entre los varones afroamericanos y, entonces, ha aparecdio Obama para reforzar el mensaje de que esta elección no se trata de políticas o de planes sino “de valores, de cómo nos tratamos unos a otros y del ejemplo que queremos dar”, y que Trump no es apto para el puesto. Es la tercera vez que el magnate republicano se enfrenta a los demócratas: ganó una, perdió otra y veremos qué pasa en el desempate.
4
Lanza una alerta
En el último mitin en Georgia, Obama advirtió de lo que pasará, según él, si Trump vuelve a la Casa Blanca. Citó al exgeneral John Kelly, exjefe de gabinete del magnate republicano, según el cual Trump alabó a los generales del jefe nazi Adolfo Hitler. “Si Trump gana, no tendrá a personas como Kelly para detenerlo, estará rodeado de personas tan locas como él, y que le dejarán hacer lo que quiera”, pronunció antes de corear el lema de “Sí se puede” junto con la multitud congregada.
