FRANCISCO BARBOSA
PH. D. en Derecho Público de la Universidad de Nantes (Francia) y profesor de la Universidad Externado de Colombia
La VII Cumbre de las Américas celebrada en Panamá fue vital para nuestra región. Temas vitales fueron tratados por los líderes de 35 Estados, entre ellos, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el de Cuba, Raúl Castro, actores principales en la escena final del último conflicto que dejó la Guerra Fría en este continente.
Como en todo encuentro bilateral, esta cumbre dejó ganadores y perdedores que quedaron evidenciados en Panamá.
LOS GANADORES
- ESTADOS UNIDOS
Entre los grandes ganadores se encuentra Estados Unidos con un presidente líder que logra integrarse a la región después de un largo abandono.
Representados por Barack Obama, los estadounidenses regresan a América Latina a través de un discurso carente de vocación imperialista, posan como un país más de la región y generan la sensación de un presidente lejos de la imagen del "cowboy" norteamericano, a la usanza Reagan o Bush, para escuchar calificaciones jamás imaginadas en la región: el presidente de la nación cubana calificando de “buen hombre” a un presidente estadounidense.
Los estadounidenses regresan a América Latina a través de un discurso carente de vocación imperialista (Foto: Reuters)
De hecho, el presidente Obama indicó de forma inédita: “Los días en que nuestra agenda en este hemisferio a menudo suponía que Estados Unidos podía interferir con impunidad están en el pasado”.
Sin embargo, Estados Unidos, lejos de mostrar debilidad, recupera una influencia perdida con China y Rusia durante los últimos años.
Su regreso no se hace con debilidad. El mismo presidente Obama se permitió el silencio sobre el régimen de Maduro en Venezuela, a pesar que en los discursos Argentina, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Cuba se criticó su accionar con respecto al país llanero.
Obama contestó las críticas y en un encuentro a solas con Rafael Correa, indicó que, como cualquier otro miembro de la región, exigirá que Venezuela respete la democracia y los derechos de sus ciudadanos.
En segundo término, su posición se fortalece al haber enviado hace algunas semanas a un representante, Bernard Aronson, para acompañar el proceso de paz en Colombia. Sobre ese aspecto versó su encuentro con el presidente Santos en Panamá. Sin duda, Estados Unidos ejerce ahora un rol de buen vecino, casi de hermano en la región.
- CUBA
El segundo ganador de la Cumbre es Cuba, que participa en un encuentro de esta naturaleza luego de no ser parte de las discusiones oficiales en América Latina desde 1962.
Lo interesante es que su rol es esencial no solo en la terminación de la Guerra Fría en la región, sino en su función de sede del proceso de paz entre las FARC y el Gobierno.
Raúl Castro, presidente de Cuba (AFP)
- COLOMBIA
Colombia también sale ganando en esta cumbre por el apoyo de la región y de la ONU al proceso de paz que se adelanta en La Habana (Cuba), al tiempo que Santos pone a andar la idea de un sistema interamericano de educación. Una excelente iniciativa que enfrentará una región diversificada en la cual la educación no es la prioridad.
- MÉXICO
También se puede considerar como ganador a México. Su presidente, Enrique Peña Nieto, se ofreció para ser el puente mediador entre Cuba y Estados Unidos. Su nueva apuesta internacional pretende ocultar sus lastres internos relativos a las consecuencias de la desaparición de los estudiantes de la normal de Ayotzinapa (Guerrero), la violencia en algunos Estados de la federación (Guerrero, Jalisco, Michoacán, entre otros) y el enfrentamiento que tiene con el relator de la ONU para la tortura, Juan Méndez.
- URUGUAY
En el caso de Uruguay, el presidente Tabaré Vázquez propuso a su país como sede de los diálogos entre el Ejercito de liberación Nacional (ELN) y el Gobierno colombiano para que se termine de forma integral el conflicto armado.
Vásquez no quiere desvanecerse luego del protagonismo que tuvo ese pequeño país a la cabeza del expresidente José Mujica.
LOS PERDEDORES
- VENEZUELA
Pero la Cumbre no solo deja ganadores. Los perdedores se evidenciaron. El primero de ellos es Venezuela y el régimen de Nicolás Maduro que se vio apoyado por al trasnochado discurso de Evo Morales, presidente de Bolivia, Cristina Fernández, presidenta de Argentina y Daniel Ortega, presidente Nicaragua.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela (AFP)
La crisis de Venezuela es lamentable. El drama ha llegado a tal nivel que, a pesar de las críticas a las medidas norteamericanas realizadas en el plenario de la Cumbre por algunos presidentes, un total de 25 ex presidentes de América Latina y España le han solicitado la liberación de los opositores políticos.
- BRASIL
Otro país al que no le fue bien es Brasil, que tuvo que cambiar de bando y solicitar a Venezuela la liberación de los opositores políticos. Dilma Rousseff empieza a perder la capacidad de desmarcarse de las posturas de los norteamericanos toda vez que el gigante del sur vive una importante crisis política, económica y social.
Dilma Rousseff, presidente de Brasil (AP)
Los escándalos del Mensalão (reparto de coimas entre políticos del Partido de los Trabajadores), de Petrobras (corrupción en la petrolera con sus contratistas y el partido de gobierno) y la crisis económica han producido un creciente desespero de la población que siente que la fiesta de recursos se está acabando.
rasil sufre hoy una inflación del 7,7 por ciento, un desempleo del 6 por ciento y, según el último informe de la Cepal, tendrá un crecimiento negativo del 0,9 por ciento para este año,
- ARGENTINA
Argentina también quedó desdibujado con una crisis política derivada del enfrentamiento entre la rama judicial y el ejecutivo liderado por la presidenta Cristina Fernández.
La cercanía de la elección presidencial, su conflicto con los acreedores internacionales, la magnitud de la crisis económica y la enigmática muerte del fiscal Nisman no le permitió a ese país tener un discurso latinoamericano de relevancia en Panamá.
- CHILE
Chile, por su parte, carga un escándalo político mayúsculo a cargo de los negocios de la nuera de la presidenta Michelle Bachelet. En esa grave situación interna le queda poco que proponer y decir al país austral.
La presidenta chilena no asistió a la cita en Panamá debido a la crisis registrada en el norte de su país que se vio afectado por fuertes lluvias e inundaciones.
La VII Cumbre de las Américas pasará a la historia de nuestra región porque Latinoamérica empieza a recuperar su propia voz.
El encuentro entre Castro y Obama y el comienzo del fin de la Guerra Fría plantea una manera de repensar la histórica doctrina Monroe del siglo XIX que planteó que América sería para los americanos, afianzándose el control de la región por parte de Estados Unidos.
El fin de la Guerra Fría nos ubica en el escenario de integración regional que se fomentó durante las conferencias panamericanas de los siglos XIX y XX, en las cuales algunos internacionalistas, como el colombiano Jesús María Yepes, el chileno Alejandro Álvarez o los brasileros Joaquim Nabuco y Rui Barbosa, buscaron construir un derecho internacional americano. Ideas como el principio de no intervención y el asilo terminaron siendo parte de los aportes al derecho internacional público.
La equidad, el desarrollo regional, la educación de calidad, la democracia y los derechos humanos tendrán que ser los presupuestos esenciales para que América Latina pueda jugar en el escenario global.
Los desafíos que tendrá la región estarán enfocados en construir modelos de desarrollo propios que respeten nuestra diversidad, que piensen sus entornos sin depender de recursos naturales no renovables y de mejorar los estándares de civilidad, educación y de respeto de los derechos humanos.
En ese escenario, Estados Unidos podrá ser un socio político y económico ideal y Cuba podrá despertar de un largo sueño.
Fuente:
Francisco Barbosa, PH. D. en Derecho Público de la Universidad de Nantes (Francia) y profesor de la Universidad Externado de Colombia. "El Tiempo", Bogotá, GDA