Ciudad del Vaticano. El Papa Francisco canonizó el domingo a dos mujeres palestinas, en una ceremonia en la Plaza de San Pedro, pocos días después de que el Vaticano formalizara su reconocimiento de facto de un Estado Palestino.
La canonización de la Hermana Maria Alfonsina Ghattas, fundadora de las Hermanas del Más Sagrado Rosario de Jerusalén, y Mariam Baouardy, que fundó un convento de las Carmelitas en Belén, no está conectada directamente con el anuncio que llevó a cabo el viernes la Santa Sede sobre un nuevo acuerdo con el Estado Palestino.
Pero la ceremonia, a la que asistió el presidente palestino, Mahmoud Abbas, y una delegación de importantes personalidades del clero de la región, incluido el Patriarca Latino de Jerusalén, Fouad Twal, resaltaron la voluntad del Santo Padre de ayudar a las atribuladas comunidades cristianas de Oriente Medio.
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La Plaza de San Pedro estaba repleta de retratos de las palestinas y otras dos monjas recién canonizadas -la francesa Jeanne-Emilie de Villeneuve y la italiana Maria Cristina de la Inmaculada Concepción Brando.
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En un comunicado enviado cuando salía hacia el Vaticano la semana pasada, Twal dijo que Ghattas y Baouardy, que entraron en órdenes religiosas como adolescentes a finales del siglo XIX y murieron en 1927 y 1878, eran un ejemplo para cristianos, musulmanes y judíos.
"Es un signo de nuestros tiempos modernos el poder hablar de las tres religiones sin ninguna discriminación", destacaba el comunicado.
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La canonización de las dos palestinas fue la primera de este tipo "desde los días de los apóstoles", dijo Twal.
Abbas, a quien el Papa llamó "un ángel de paz" cuando ambos se reunieron el sábado, dijo en un comunicado que el ejemplo de las dos nuevas santas "reafirma nuestra determinación de construir una Palestina soberana, independiente y libre basada en los principios de la igualdad".
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Pidió a los cristianos palestinos que no emigrasen "sino que se queden con nosotros y disfruten de su derecho de ciudadanía igualitaria y completa, y sobrelleven con nosotros las dificultades de la vida hasta que logremos libertad, soberanía y dignidad humana".
Ghattas fue la primera persona en organizar una congregación religiosa árabe en su ciudad natal, Jerusalén. Emile Munir Elias, que el Vaticano asegura que sanó a través de su intercesión, asistió a la canonización con su madre.
Generalmente, la Iglesia Católica confirma la santidad cuando se acreditan dos milagros -a menudo la curación inexplicable de una persona enferma- a la intercesión de una persona que ha muerto.
Fuente: Reuters