El advirtió que "no existe un Dios de la guerra" antes de partir este martes para Asís, centro de Italia, para reclamar la paz para el mundo en un encuentro con líderes de diferentes religiones.

"No vamos a Asís para un espectáculo. Vamos para orar y para orar por la paz", dijo el papa tras recordar durante su homilía matutina que "el mundo está en guerra y sufre".

"Nos asustamos con algunos actos terroristas, pero eso no es nada con respecto a lo que ocurre en esos países en que día y noche caen bombas, asesinan niños, ancianos, hombres y mujeres", recalcó indignado.

"¿Creen que la guerra está lejos de aquí? No, está cerca, porque nos afecta a todos", afirmó el pontífice argentino tras auspiciar que la jornada de Asís sea una jornada de oración, de penitencia y sobre todo de "llanto por la paz".

Al término de su conmovedora homilía, Francisco partió en helicóptero para Asís, la ciudad de San Francisco, donde líderes de diferentes religiones lo esperan para pedir en un acto conjunto que cesen los atentados, la violencia y las guerras que azotan a todo el planeta. 

El papa permanecerá un solo día en la ciudad del llamado santo de los pobres, durante la cual se reunirá separadamente con líderes de la iglesia ortodoxa y anglicana así como representantes del islam y el judaísmo.

El peregrinaje a Asís, a 130 kilómetros de Roma, durará unas pocas horas y asistirán hebreos, musulmanes, budistas y cristianos de diferentes denominaciones.

La jornada por la paz, organizada en el marco del encuentro internacional titulado "Sed de paz", no sólo reclama el cese de las guerras sino también que la fe no sea utilizada como arma para generar conflictos.

"El islam es la más afectada por el terrorismo", comentó a la AFP el imán Abdelfattah Mourou, vice presidente del Parlamento tunecino, entre los asistentes.

"Estar unidos es la respuesta al terrorismo que quiere dividir. Porque el terrorismo quiere desestabilizar nuestras vidas, quiere llevar violencia a nuestra sociedad", explicó Marco Impagliazzo, presidente la agrupación católica Comunidad de San Egidio, organizadora del evento.

"Hay mucha sed de paz, la piden los pobres, las víctimas del terrorismo y de las guerras en muchos países del mundo. Queremos ser su voz", afirmó.


- Un llamado ecuménico por la paz -

Los miembros de cada religión se recogerán a orar según su tradición en un lugar diferente para luego hacer un llamado conjunto con el papa Francisco por la paz desde la plaza.

El pontífice argentino, que en agosto de este año visitó Asís con motivo de los 800 años del llamado "Perdón de Asís", regresó por tercera vez a la ciudad natal del santo italiano que inspira su pontificado.

Durante la visita se conmemora también el 30º aniversario de los encuentros de Asís, inaugurados en 1986 por el papa Juan Pablo II y en los que participan movimientos y asociaciones eclesiales, así como entidades civiles.

Desde el domingo políticos, sociólogos, economistas, obispos, pastores evangélicos, rabinos y jeques debaten sobre economía y desigualdad, medio ambiente, terrorismo, migración, pobreza así como de las revoluciones en el mundo árabe, los desafíos de África, la situación en Siria e Irak, el papel de los medios de comunicación en las guerras, entre otras.

Entre los invitados figuran el arzobispo de Canterbury, Justin Welby; el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I; el patriarca Siro-ortodoxo de Antioquía, Efrén II y el jefe supremo de Tendai (Japón).

Francisco almorzará en el refectorio del Sacro Convento con ellos así como con varias víctimas de la guerra.

"Es un honor para nosotros almorzar con ellos", contó el sirio Mohanad Zanboua, quien huyó con su familia de su país en 2014 tras "tres años de guerra y terror y haber perdido todo, casa, documentos", dijo.

Francisco orará luego por la paz en la Basílica Inferior de San Francisco y sucesivamente presidirá junto con los demás representantes de las demás religiones un acto ecuménico en la plaza, de donde lanzará el llamamiento por la paz.

Tras un momento de silencio por las víctimas de las guerras, se encenderán dos candelabros como gesto de concordia.

El pontífice regresará al Vaticano hacia las 19H35 local.

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