Avión Papal, Agencias
El papa Francisco regresó a Roma después de un viaje de cinco días a Corea del Sur, donde se encontró con los jóvenes asiáticos, beatificó a 124 mártires y lanzó un llamamiento por la reconciliación en la península coreana.
Sin embargo, el avión papal fue escenario de nuevas declaraciones del Sumo Pontífice sobre diversos temas de actualidad internacional.
"VIVIMOS EN GUERRA"
Durante la rueda de prensa que ofreció a bordo del avión en el que regresaba a Roma, el Papa le dijo a los periodistas que el mundo vive en guerra, por todas partes.
"Vivimos en un mundo en guerra. ¡Por todas partes!. Alguien me decía que estamos en la Tercera Guerra Mundial, pero en partes, en capítulos", declaró a los medios la autoridad eclesiástica.
Francisco condenó también el tema de la tortura. "Digo a los católicos: torturar a una persona es pecado mortal, es pecado grave. Pero es mucho más: es un pecado contra la humanidad", sentenció.
EL TERROR EN IRAQ
Otro tema importante que tocó Bergoglio fue la crisis que viven actualmente Siria e Iraq por la expansión del Estado Islámico. Ante esto, el Papa dijo que en casos como este es licito detener al agresor.
"En estos casos, donde hay una agresión injusta, sólo puedo decir que es lícito detener al agresor injusto. Subrayo el verbo detener, no estoy diciendo bombardear ni hacer la guerra, sólo detener", aclaró el Sumo Pontífice.
Pese a esto, Francisco aseguró que está disponible a viajar al norte de Iraq para dar alivio a los refugiados cristianos y otras minorías, de ser necesario.
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"IRÍA A CHINA MAÑANA MISMO"
El Papa aseguró también que no tendría problemas en viajar a China mañana mismo, luego que un periodista le preguntara si le gustaría visitar el país con el que el Vaticano no mantiene relaciones diplomáticas.
"¿Que si quiero ir a China? ¡Pero claro! ¡Mañana mismo! Nosotros respetamos al pueblo chino. La Iglesia pidió solamente la libertad para su ministerio, para su trabajo. Ninguna otra condición", explicó Francisco.
La pregunta fue formulada durante un momento histórico, pues era la primera vez que un Papa sobrevolaba el espacio aéreo de China. Medios italianos indicaron que Francisco fue testigo del momento en el que los pilotos pedían permiso para atravesar el espacio chino.
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"Después me despedí de los pilotos y volví a sentarme y recé tanto por ese hermoso pueblo chino: un pueblo sabio. Pienso en todos los grandes sabios chinos, pienso en la historia de ciencia, de sabiduría. También nosotros los jesuitas tenemos nuestra historia allí, con Matteo Ricci", narró Bergoglio.