Luego de cada prueba nuclear de Corea del Norte se le impuso sanciones. ¿Por qué no tienen efecto y Pyongyang sigue ensayando?
Es que las sanciones económicas han sido muy ligeras. Ha habido tres ensayos nucleares, pero el comercio entre las dos Coreas sigue fluido. Se calcula que de ello ingresan US$50 millones anuales a Corea del Norte. Con eso compra armamento y tecnología nuclear.
El Comercio conversó con Carlos Aquino, profesor de Economía Internacional en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y experto en política asiática, al respecto.
— ¿Hay razones para que los países vecinos no ajusten más las tuercas contra Pyongyang?
Además del intercambio comercial hay un chantaje emocional a Corea del Sur con las reuniones de las familias separadas por la guerra de 1950. Encima, no pocos surcoreanos consideran a los del norte como sus hermanos, como su raza.
— ¿Qué hay con Japón?
A Japón lo tiene chantajeado por el secuestro de cientos de japoneses entre los años 70 y 80 –para presuntamente enseñar la lengua y cultura japonesas en escuelas de espías norcoreanas o para suplantar identidades–, y en el 2003 hubo una repatriación de nipones. Japón se esperanza en que muchos más sean devueltos.
— ¿China continúa siendo el mayor aliado de Pyongyang?
China tiene cierto apego a Corea del Norte porque unos 100 mil soldados chinos murieron defendiendo ese país cuando ocurrió la guerra de las dos Coreas y EE.UU. llegó hasta la frontera con China en su involucramiento a favor del sur.
— Pero en esta ocasión China se ha pronunciado de forma más airada que antes.
En Beijing están muy molestos porque a diferencia de las tres veces anteriores, ahora Corea del Norte no avisó a China del ensayo nuclear.
— ¿Ello derivaría en sanciones ahora sí más efectivas?
Mmm, no lo sé. China arguye que si se imponen sanciones económicas drásticas, el régimen de Kim Jong-un se vendría abajo y se produciría el caos. A China, además, no le interesa una Corea unificada porque el sur absorbería al norte y ello supondría tener a EE.UU. casi en su frontera debido a la cercanía ideológica con Seúl.
— ¿Para qué se sigue armando Corea del Norte?
Corea del Norte alega que tiene bombas atómicas para defenderse de una invasión de EE.UU., tal como sucedió en Iraq o Libia. Lo irónico es que desde que en 1950 Corea del Norte invadió Corea del Sur, y que obligó a EE.UU. a tener una base militar allí, es Pyongyang el que ha estado provocando y atacando a Seúl.
— ¿Cree que lo que detonó fue una bomba de hidrógeno?
Si lo que explotó no es una bomba de hidrógeno, está en camino de conseguir una. Lo preocupante es que, paralelo a ello, Pyongyang logre la miniaturización de la bomba nuclear, la ponga en un misil y pueda lanzarla a Japón o Hawái. Sería una amenaza más directa.
— ¿De dónde saca el régimen de Kim tecnología nuclear?
La primera ayuda que obtuvo Pyongyang para su bomba atómica fue de Rusia, pero ya hace 15 años se pelearon. Se sospecha que la tecnología la obtiene hoy de Irán o Pakistán. Obviamente paga por ello. Poco le importa al régimen seguir matando de hambre a su pueblo con tal de tener un arsenal nuclear.
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— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) enero 7, 2016
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