El presidente Vladimir Putin se esforzó este jueves en tranquilizar a los rusos sobre el estado de la economía, y afirmó que ya quedó atrás "el pico" de las dificultades causadas por las sanciones occidentales y la caída de los precios del crudo.
Rusia se vio golpeada a fines de 2014 por una crisis monetaria sin precedentes en los 15 años de poder de Putin.
La actual crisis económica tiene como telón de fondo el creciente aislamiento derivado de las sanciones impuestas por Occidente, por el papel ruso en el conflicto ucraniano, y la caída de los precios del crudo, primera fuente de ingresos junto con el gas.
Putin respondió por televisión a las preguntas de los ciudadanos en su ya clásico 'Línea Directa anual'.
El dirigente reconoció que la elevada inflación resultante de la caída del rublo reduce el poder adquisitivo de los hogares, pero se mostró optimista en cuanto al futuro.
"Los expertos dicen que hemos superado el pico de los problemas en términos de reembolsos de los créditos exteriores por parte de los bancos y de las empresas del sector real", dijo Putin en el programa.
"La moneda nacional se ha corregido y no ha habido una catástrofe", añadió refiriéndose a la reevaluación del rublo, un 40% respecto al dólar desde comienzos de marzo.
El presidente ruso predijo en diciembre que la salida de crisis llevaría dos años, pero este jueves estimó que dicha salida podría llegar "tal vez más rápido".
(Reuters)
SOBRE LAS SANCIONES
Putin precisó que las sanciones occidentales a Rusia ya no obedecen a la crisis de Ucrania, sino que buscan frenar el desarrollo del país. De ahí que no espera que se levanten pronto.
"He dicho a los empresarios que por ahora no se puede esperar el levantamiento de las sanciones, porque se trata de un asunto meramente político; es para algunos de nuestros socios un asunto de interacción estratégica con Rusia, para contener nuestro desarrollo", sostuvo Putin.
El presidente ruso también tuvo palabras directas, en concreto, hacia Washington: "Estados Unidos no quiere aliados, sino vasallos".
Sobre la posibilidad de que se suavicen las tensiones entre Moscú y los países occidentales, Putin destacó que es condición obligatoria el respeto a Rusia y sus intereses: "No hemos sido nosotros los que hemos estropeado las relaciones".