El presidente de Rusia, Vladimir Putin, comenzó a inspeccionar los recintos donde se realizarán los Juegos Olímpicos de Invierno en el centro turístico de Sochi, cinco semanas antes del inicio de un evento que ha sido criticado por grupos de derechos humanos y que ha generado preocupaciones de seguridad.
En imágenes difundidas por el canal de televisión estatal Rossiya-24, Putin, de 61 años, fue mostrado esquiando con lentes oscuros y casco.
En el lugar, el mandatario y el primer ministro Dimitri Medvedev se reunieron con sorprendidos atletas e inspeccionaron hoteles.
Un portavoz afirmó que Putin inspeccionará todos los recintos olímpicos “en detalle” durante los próximos días y que observará un ensayo de la ceremonia de apertura.
El éxito o fracaso de los Juegos será gran parte del legado de Putin, quien se ha identificado estrechamente con el proyecto de 50.000 millones de dólares desde que viajó a Guatemala en el 2007 para persuadir a los dirigentes olímpicos a otorgar a Sochi la organización de los Juegos de Invierno.
Los preparativos para el evento han estado marcados por problemas recientes. Dos atentados con bomba acabaron con la vida de 34 personas esta semana en Volgogrado, a unos 700 kilómetros al noreste de Sochi, destacando la amenaza de insurgentes islamistas que han prometido interrumpir los Juegos.
El Comité Olímpico Internacional (COI) ha dicho que no le cabe dudas de que las autoridades rusas podrán entregar seguridad.
Moscú ha recibido fuertes críticas por su historial de derechos humanos y por una ley que prohíbe la difusión de “propaganda homosexual” entre menores, algo que activistas y gobiernos occidentales afirman que viola las libertades básicas.
En una medida para mitigar las críticas antes de los Juegos, Putin dejó en libertad el mes pasado a través de una amnistía a varios de los presos más conocidos del país: el ex magnate petrolero Mijail Jodorkovsky y a dos miembros del grupo punk femenino Pussy Riot .