Moscú (EFE). El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, reiteró hoy la exigencia de Moscú para que Ucrania deje de emplear al ejército para reprimir la rebelión en el sureste rusoparlante del país.
"El objetivo número uno y la prueba de solidez de las autoridades de Kiev, teniendo en cuenta los resultados de las elecciones presidenciales, es el cese inmediato del empleo del ejército contra la población y el fin de cualquier violencia por las partes", dijo Lavrov en rueda de prensa.
También el presidente ruso, Vladimir Putin, pidió hoy el cese inmediato de la ofensiva militar ucraniana en una conversación telefónica con el primer ministro italiano, Matteo Renzi.
"Putin subrayó la necesidad de poner fin inmediatamente a las operación militar de castigo en las regiones del sureste de Ucrania y a comenzar un diálogo entre las autoridades de Kiev y los representantes regionales", señaló el servicio de prensa del Kremlin.
Por su parte, Lavrov reiteró que Rusia respeta los resultados de los comicios celebrados el domingo en el país vecino, en las que el magnate Petro Poroshenko se proclamó presidente de Ucrania tras obtener más del 54 % de los votos.
"Sin embargo creemos que es absolutamente necesario cumplir sin más dilación lo acordado en el comunicado de Ginebra del 17 de abril y cesar toda violencia", insistió.
El titular de Exteriores ruso señaló que "no se contempla" de momento una visita de Poroshenko a Rusia, pero aseguró que el nuevo presidente ucraniano "encontrará en nosotros un socio serio y sólido" si entabla diálogo con el sureste rebelde del país.
Lavrov recordó que los observadores internacionales que siguieron las elecciones ucranianas, incluida la OSCE, "llamaron a Poroshenko a emplear su nueva posición para garantizar el inicio de un auténtico diálogo con todos en el sureste".
"Incluso le instaron a no usar calificaciones como 'terroristas' y 'separatistas', sino empezar un diálogo incluyente", agregó.
Los combates registrados el lunes entre los insurgentes y las fuerzas ucranianas en la ciudad de Donetsk dejaron unos 100 muertos entre rebeldes prorrusos y civiles, señaló hoy el primer ministro de la autoproclamada república popular, Alexander Borodai.
Por su parte, el alcalde de Donetsk, Alexander Lukianchenko, cifró en 40 los muertos de los combates registrados ayer, aunque sin especificar a qué bando pertenecían, pero dijo que al menos había cuatro civiles.
Los combates, que hoy se reanudaron, tuvieron lugar en el aeropuerto de la ciudad, donde la aviación ucraniana lanzó un ataque, y se extendieron después hacia la estación de ferrocarril y otras partes de esta ciudad, bastión rebelde en el sureste de Ucrania.