El último viernes, el escritor británico-estadounidense Salman Rushdie fue apuñalado mientras se encontraba brindando una charla en el Instituto Chautauqua, en Nueva York. Tras el ataque la mirada giro inmediatamente hacia Irán, país que puso precio a su cabeza hace 33 años.
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El atacante, identificado posteriormente como Hadi Matar, un estadounidense de ascendencia libanesa de 24 años, fue arrestado y acusado de intento de asesinato. En su primera comparecencia, el joven se declaró no culpable y se encuentra recluido a la espera de una segunda audiencia programada para el 19 de agosto.
Rushdie, de 75 años, se viene recuperando de las 10 puñaladas sufridas. Según su agente literario Andrew Wylie, le han desconectado el respirador artificial y muestra mejorías.
El ataque provocó el rechazo internacional hacia el régimen iraní, pese a que desde Teherán se han encargado de rechazar vínculos con Matar y apuntan a un ataque encubierto por los estadounidenses.
Islamistas iraníes y pakistaníes, sin embargo, celebraron el ataque contra el escritor. Los primeros reportes médicos indicaron que las puñaladas que sufrió Rushdie lo llevarían a perder un ojo y recibir daños en el cuello, hígado y nervios de un brazo, según Wylie.
Pero, ¿cómo un escritor terminó convirtiéndose en el objetivo de todo un país?
¿QUIÉN ES RUSHDIE?
Nacido en 1947 en Bombay, India, Salman Rushdie proviene de una familia de intelectuales musulmanes no practicantes.
A los 14 años lo enviaron a Inglaterra, donde estudió en la prestigiosa Rugby School y más tarde se licenció con honores en historia en el Kings College, en Cambridge. Luego adquirió la ciudadanía británica.
Su primer libro, titulado Grimus, se publicó en 1975 pero no tuvo mayor éxito y con el tiempo fue despreciado por el mismo Rushdie. Cinco años más tarde, sin embargo, publicaría Hijos de la Medianoche, con el que ganaría el premio Booker y vendería medio millón de copias.
A estas publicaciones le seguirían Vergüenza (1983) y La sonrisa del jaguar (1987), antes de llegar hasta Los versos satánicos (1988), la obra que marcaría su carrera y su vida.
Los relatos de Rushdie son una mezcla de fantasía y realidad, ambientados en momentos clave de la historia de Pakistán o la India. En Hijos de la medianoche, por ejemplo, la trama gira en torno a un niño con poderes paranormales que nace la noche del 15 de agosto de 1947, cuando se produjo la independencia de ambos países.
En Vergüenza, la novela se desarrolla en un país imaginario similar a Pakistán y donde el autor refleja su rechazo al régimen militar de aquella época. La obra fue censurada por la misma dictadura y prohibida su comercialización dentro del territorio paquistaní.
Con Los versos satánicos, sin embargo, Rushdie terminaría poniéndole precio a su cabeza. En dicha novela, que al igual que las anteriores sigue una mezcla de realidad y fantasía, el autor aborda el racismo que viven en Inglaterra quienes practican una “religión de la sumisión”.
En su libro, Rushdie hace mención al profeta Muhammad, al arcángel Gibreel y bautizó a dos prostitutas con los mismos nombres que dos esposas de Mahoma, por lo que a pesar de los intentos del autor por explicar que esos tres libros forman una narrativa basada en sus experiencias propias y origen, terminó siendo considerado como una blasfemia hacia el islam.
LA FATUA
“Estoy informando a todos los valientes musulmanes del mundo que el autor de ‘Versos satánicos’, un texto escrito, editado y publicado contra el Islam, el Profeta del Islam y el Corán, junto con todos los editores y editoriales conscientes de su contenido, están condenados a muerte”.
De esta forma, en 1989, el ayatolá de Irán, Ruhollah Jomeini, comunicaba la sentencia contra Rushdie.
Se trataba de una fatua, un edicto emitido por una autoridad religiosa musulmana. Debido a que Joemeini era la máxima autoridad política del país en ese momento, la condena trascendió la frontera de la religión.
Acompañado de ello, el ayatolá ofreció una recompensa de US$3 millones por quien matara a Rushdie.
La BBC reseña que, tal como había advertido Jomeini en su mensaje, otras personas relacionadas con la obra de Rushdie también pagaron las consecuencias.
Hitoshi Igarashi, el traductor al japonés de la obra de Rushdie, fue asesinado a puñaladas fuera de su casa. Ettore Capriolo, traductor al italiano, sobrevivió a un ataque en su apartamento en Milán, mientras que al editor de la novela en Noruega le dispararon en una calle de Oslo, detalla la cadena británica.
La obra está prohibida en la India desde entonces. Lo mismo sucedió en Pakistán, otros países musulmanes y Sudáfrica.
En febrero de 1989 murieron varias personas en disturbios contra el autor en la India. La embajada británica de Teherán fue apedreada y ambos países rompieron relaciones diplomáticas.
Rushdie, por su parte, pidió disculpa a los ofendidos pero igualmente tuvo que vivir en la clandestinidad por una década.
“Ya no era el Salman que conocían sus amigos sino el Rushdie que era el autor de ‘Versos satánicos’, un título que había sido sutilmente distorsionado por la omisión de ‘Los’. ‘Los versos satánicos’ era una novela. ‘Versos satánicos’ eran versos que eran satánicos, y él era su autor satánico”, escribió el propio Rushdie en una columna publicada por The New York Times en el 2012.
La figura de la fatua dejó de ser promovida en Irán en 1998; sin embargo, la retomaron en el 2016 y con ella una oferta de 600 mil dólares más como recompensa por Rushdie.
EL ATAQUE Y LAS REACCIONES
Desde entonces, las amenazas contra el escritor siguieron incrementando. Esto llevo a que el gobierno británico brindara protección especial para Rushdie durante años.
Pese a ello, su carrera literaria siguió floreciendo con una serie de libros exitosos. Entre ellos se puede encontrar Joseph Anton. Memorias del tiempo de la fatua (2012), un relato de su vida a raíz de la polémica.
En el 2008, además, fue nombrado caballero del Imperio Británico.
Desde inicios de los 2000, Rushdie vive en Nueva York y en el 2016 obtuvo la nacionalidad estadounidense.
En una entrevista brindada pocas semanas atrás, Rushdie mencionaba cómo su vida había recobrado cierta normalidad viviendo en Estados Unidos. Sin embargo, el viernes 12, mientras ofrecía una conferencia, Hadi Matar se abalanzó contra él y lo acuchilló unas 10 veces en el cuello y el abdomen.
El presidente estadounidense Joe Biden condenó el “feroz ataque” contra el autor. El primer ministro israelí, Yair Lapid, condenó el ataque y lo describió como “el resultado de décadas de incitación encabezada por el régimen extremista de Teherán”.
Este lunes, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Naser Kanani, aseguró que su gobierno no tenía relación con el ataque contra Rushdie. “En este ataque, sólo Rushdie y sus partidarios merecen ser culpados e incluso condenados”, aseguró el funcionario.
“Insultando los asuntos sagrados del Islam y cruzando las líneas rojas de más de 1.500 millones de musulmanes y de todos los seguidores de las religiones divinas, Salman Rushdie se expuso a la ira y a la rabia de la gente”, agregó.
El diario ultraconservador iranía “Kayhan”, por su parte, elogió a Matar por el atentado, calificándolo como un “hombre valiente y consciente del deber que atacó al apóstata y vicioso Salman Rushdie”.
Kanani consideró “completamente contradictorio condenar la acción del agresor y absolver la acción del que insulta las cosas sagradas e islámicas” al mismo tiempo.