El volcán Chaparrastique, que entró en erupción el 29 de diciembre continúa siendo una amenaza para los salvadoreños que viven en sus inmediaciones.
Un informe del ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales reportó que el Chaparrastique emite elevados niveles de dióxido de azufre desde su erupción.
“Esto implica un proceso de desgasificación que podría afectar paulatinamente a la vegetación, los cuerpos de agua y a la población de los alrededores del volcán”, explica el reporte.
Los estudios fueron realizados a cuatro kilómetros al occidente del cráter, donde se muestra la presencia de lava volcánica en un 80%, indicó la agencia AP.
El volcanólogo Eduardo Gutiérrez advirtió a través de una entrevista radial que “los gases magmáticos que lanza el volcán, pueden provocar problemas respiratorios, en la nariz o en los ojos, porque el dióxido de azufre al combinarse con la humedad forma el ácido sulfúrico”.
Por su parte el director de Protección Civil, Jorge Meléndez informó que el gobierno estudia donde reubicar de forma permanente a las 462 familias, que viven en la zona de riesgo.