Siria: ocho capítulos para entender una guerra de tres años
Siria: ocho capítulos para entender una guerra de tres años

A lo largo de los tres últimos años, más de 100.000 sirios han perdido la vida en el conflicto entre el presidente Bashar al Asad y las fuerzas opositoras. La cruenta guerra ha destruido barrios enteros y más de nueve millones de personas están desplazadas.

Los combates entre fuerzas del gobierno y opositores no cesan. La ayuda humanitaria llega, esporádicamente, a algunos sitios. Miles de sirios permanecen atrapados en ciudades sitiadas.

Y la oposición se ha fragmentado hasta incluir facciones islamistas con vínculos con Al Qaeda, cuyas brutales tácticas han causado preocupación y originado violencia entre los propios rebeldes.

Entonces, ¿quién está ganando la guerra en Siria? Esta es la historia de un conflicto en ocho capítulos.

1. Protestas

El conflicto actual tiene sus raíces en las protestas surgidas en marzo de 2001 en la sureña ciudad de Deraa, después del arresto y tortura de unos jóvenes que pintaron eslóganes revolucionarios en el muro de una escuela.

Cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes, matando a varios, fueron más los que salieron a las calles. El levantamiento disparó protestas a nivel nacional en demanda de la dimisión del presidente Asad.

El gobierno usó la fuerza militar para intentar aplastar la disidencia, lo que sólo sirvió para alentarlos más. En julio, ya eran cientos de miles los que se manifestaban en las calles de ciudades a lo largo del país.

2. Violencia

Los partidarios de la oposición eventualmente comenzaron a tomar las armas. Al principio, para defenderse y después para expulsar a las fuerzas de seguridad estatal de sus áreas.

El país cayó en una guerra civil con brigadas rebeldes luchando contra las fuerzas gubernamentales por el control de las ciudades, pueblos y las zonas rurales. En 2012, la violencia llegó a la capital, Damasco, y a la segunda ciudad en importancia, Alepo.

En julio de 2013, Naciones Unidas dijo que más de 100.000 personas han muerto. El organismo dejó de actualizar el número, pero activistas sirios aseguran que son más de 140.000.

3. La oposición

La oposición sigue profundamente dividida, incapaz de ponerse de acuerdo en demasiado más allá de la necesidad de sacar del poder al presidente Al Asad.

En el frente político, se han empezado a formar alianzas para ganar reconocimiento internacional, pero han sido debilitadas por las luchas de poder, la falta de apoyo de los activistas de a pie y los rebeldes, y la limitada ayuda financiera y militar.

La rebelión armada evolucionó de forma significativa, con hasta mil grupos al comando de un estimado de hasta 100.000 soldados.

Los moderados seculares son ampliamente superados en número por los islamistas y yihadistas con vínculos con Al Qaeda, cuyas brutales tácticas han causado preocupación y originado violencia entre los propios rebeldes.

4. Las masacres

Una comisión de Naciones Unidas estuvo investigando las supuestas violaciones del derecho internacional humanitario desde marzo de 2011.

La comisión mostró evidencias de que ambos bandos del conflicto cometieron crímenes de guerra, incluida secuestro, tortura, asesinato y ejecuciones.

Aunque los investigadores no han podido acceder a Siria y el contacto con testigos ha sido restringido, confirmaron al menos 27 incidentes de asesinatos masivos.

Los investigadores creen que 17 de ellas fueron perpetradas por el gobierno y milicias progubernamentales, entre ellos los incidentes que dejaron cientos de muertos en Houla en mayo de 2012 y Baniyas en agosto de 2013.

A los grupos rebeldes culpa de diez, incluido el asesinato del al menos 190 personas en Latakia en agosto de 2013 por parte de yihadistas e islamistas radicales.

5. Armas químicas

Antes de que empezara el conflicto, los militares sirios tenían uno de los mayores arsenales del mundo de armas químicas, entre gas mostaza y sarín.

El gobierno insistió en que su arsenal estaba seguro y nunca lo usaría “dentro de Siria” pero los reportes de ataques con armas químicas comenzaron a salir a la luz a principios de 2013.

Mäs tarde, en agosto de 2013, cohetes cargados con gas sarín fueron disparados en diversos suburbios del cinturón agrícola de Damasco, lo que mató a entre 300 y 1.430 personas, según la fuente.

La oposición y las potencias occidentales aseguraron que sólo el gobierno pudo haber llevado a cabo tal acción.

El presidente Asad culpó a los rebeldes de las muertes, pero en semana Rusia y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo para destruir el arsenal de armas químicas de siria antes de junio de 2013.

6. Refugiados

En uno de los mayores éxodos de la historia reciente, más de 2,5 millones de personas han huido de Siria desde el inicio de conflicto, la mayoría mujeres y niños.

Los países vecinos han tenido que asumir lo peor de la crisis de refugiados, con Líbano, Jordania y Turquía luchando por acomodar las oleadas de nuevas llegadas.

El éxodo se aceleró dramáticamente después del inicio de 2013, cuando las condiciones de vida en el país se deterioraron de forma drástica.

Otros 6,5 millones de personas se cree que han sido desplazadas de sus hogares internamente, muchos sin acceso a ayuda, lo que lleva el total de los que han dejado sus casas a más de nueve millones, la mitad de la población.

Naciones Unidas hizo un llamamiento para recaudar US$6,5 millones, el mayor de su historia, para suplir con ayuda médica, alimentos, agua y refugio a cerca de tres cuartos de los sirios que se espera necesiten asistencia a lo largo de 2014.

7. Guerra de poder

Lo que empezó como otra pieza de la Primavera Árabe contra un líder autocrático ha ido derivando en una brutal guerra de poder a la que se han apuntado las potencias de la región y el mundo.

Irán y Rusia han apoyado al gobierno del líder alauita e incrementado su apoyo de forma gradual, dándole una ventaja que le ayudó a obtener significativas victorias el año pasado.

La oposición, dominado por los sunitas, ha disfrutado de apoyo en diferentes niveles de Turquía, Arabia Saudita, Qatar y otros estados árabes así como EE.UU., Francia y Reino Unido.

La milicia islamista libanesa de Hezbolá y grupos yihadistas vinculados a Al Qaeda también están presentes en el terreno apoyando a partes enfrentadas y contribuyendo al sostenido crecimiento del sectarismo.

8. Negociación de paz

Sin ninguna de las partes con capacidad para imponerse de forma definitiva, la comunidad internacional hace tiempo que concluyó que el conflicto sólo puede tener una salida negociada.

Sin embargo, ya han fracasado varios intentos de imponer un alto el fuego e iniciar el diálogo en la Liga Árabe y en Naciones Unidas.

En mayo de 2013, estadounidenses y rusos comenzaron a trabajar en una conferencia en Suiza para implementar en Comunicado de Ginebra de 2012, un acuerdo internacional apoyado por Naciones Unidas que llama al establecimiento de un gobierno transitorio de unidad nacional.

El diálogo, en el marco de lo que vino a llamarse Ginebra 2, se inició en enero de 2014. Se rompió al mes siguiente después de dos rondas de negociación.

El enviado especial de Naciones Unidas, Lakhdar Brahimi, culpó al gobierno sirio por haberse negado a discutir las demandas de la oposición y su insistencia en la necesidad de centrarse en luchar contra los “terroristas”, un término que emplea para referirse a todo el que se oponga a Asad.

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