Los socorristas que usan sus smartphones para salvar vidas
Los socorristas que usan sus smartphones para salvar vidas

Por Paolo Ascierto

Alessandra les llama sus ángeles. Ella sólo pudo conocer sus nombres y sus caras más tarde, porque no recuerda nada de la mañana en que su corazón se detuvo. Estaba esquiando con su hija de cuatro años y su marido en Campo Blenio, una pequeña ciudad a 1.200 metros sobre el nivel del mar, a unos 15 kilómetros de distancia de la estación de primeros auxilios más cercana. Quince kilómetros de estrechas y sinuosas carreteras de montaña repletos de curvas cerradas.

Y entonces sufrió el paro cardiaco. Alessandra cayó y sus labios y orejas se volvieron azules al volverse cianóticos. Su marido se dio cuenta rápidamente de la gravedad de la situación, pidió ayuda y comenzó a poner en práctica lo que había aprendido recientemente: la reanimación cardiopulmonar. Poco después llegaron un oficial de policía, un médico, un socorrista y un desfibrilador y minutos más tarde, un helicóptero de rescate, por lo que fue posible llevarla a un hospital. Alessandra se salvó sin sufrir ningún daño cerebral.

Tres años más tarde, Alessandra ahora con 39 años, puede abrazar a su hija de nuevo. Volvió a trabajar y regresó a su vida cotidiana. Pero lo que ocurrió en Campo Blenio no fue un milagro. Alessandra es sólo uno de muchos finales felices que han sido posibles gracias a los Primeros Respondedores: gente normal --tal vez un compañero, un amigo o un vecino-- que, cuando reciben un mensaje de alerta en sus  en cualquier momento y en cualquier lugar, están listos para ir a socorrer a una persona y convertirse en rescatadores. Gente que corre para ayudar a alguien que ha sufrido un paro cardíaco en cuestión de segundos

Con una población de alrededor de 350.000 personas, hay 2.000 ‘rescatadores’ en Tesino, primeros respondedores que se han formado durante los últimos 11 años con la Fundación Ticino Cuore. Su trabajo ahora cubre todo el cantón de Tesino (Suiza), y su misión es clara: estar en la escena de un paro cardiaco tan pronto como sea posible. "Cada minuto que pasa" dice el director de la Fundación Ticino Cuore, Claudio Benvenuti, "las posibilidades de supervivencia disminuyen en un 10%, al tiempo que aumenta el riesgo de daño cerebral".

Teniendo en cuenta que, en Tesino, el tiempo medio de una ambulancia hasta que llega a un paciente es de nueve minutos, no es de extrañar que hace 15 años, el 80 por ciento de los casos no sobrevivieran. Por lo tanto, alternativas y soluciones más inmediatas fueron llevadas a cabo y en 2005 la Fundación Ticino Cuore creó el Cardiocentro junto a la Federazione Ambulanze con el fin de reducir la tasa de mortalidad por paros cardíacos y ataques al corazón. Por un lado, esto ha promovido la difusión de las técnicas de reanimación entre los no profesionales año tras año haciendo accesibles más de 1.000 desfibriladores para el público; y, por otro, se ha creado la ‘red de Primeros Respondedores'.

"Esta red", continúa Benvenuti, "ha desarrollado y transformado, en la última década,  un modelo que se está imponiendo en todo el mundo." Un modelo que funciona así: los primeros respondedores descargan e instalan una aplicación específica en sus teléfonos inteligentes. "Cuando alguien llama al 144 (el número de emergencia en Suiza) y el operador reconoce los síntomas de un paro cardiaco", explica el director de la Fundación, "un mensaje de alerta se envía inmediatamente, apareciendo en los teléfonos inteligentes de los 2.000 socorristas gracias a esta aplicación. Si alguna de estas personas está cerca del paciente, él o ella recibe instrucciones inmediatas para ayudar al paciente". Y no sólo esto: la ubicación más cercana de un desfibrilador también aparece en la pantalla del teléfono inteligente del respondedor.

Presencia en la zona, velocidad de respuesta y disponibilidad son los ingredientes que hacen que la fórmula de Primeros Respondedores una receta ganadora. Los números lo confirman: "Durante los últimos 10 años, la tasa de supervivencia tras un paro cardiaco se ha triplicado en Tesino." Benvenuti destaca que, "en concreto, lo que fue un 16 por ciento en 2003 se convirtió en el 55 por ciento en 2014". Y ¿cómo se financia la Fundación y la red de Primeros Respondedores? "Todas las actividades de la Fundación se financian por particulares, a través de donaciones, campañas y múltiples seguidores. Los organismos públicos financian la mitad de los costes de formación en las escuelas secundarias ", añade el director.

Con respecto a la financiación, también será utilizada para una nueva idea por la Fundación Ticino Cuore: drones que puedan llevar desfibriladores a dondequiera que haya una necesidad. "¿Un drone? Bueno, ¡quizás eso es un gasto para el futuro!", Sonríe el director de la Fundación. Con o sin drones "el desfibrilador seguirá siendo un instrumento muy importante, ya que permite que el corazón comience a latir de nuevo de forma espontánea. Además, los de última generación son muy fáciles de usar. "Por lo tanto, una persona normal puede llegar a ser el primero en responder y, tal vez, incluso un ángel.

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