Milagros Asto Sánchez

La semana pasada, el mundo recibió con sorpresa uno de los anuncios más esperados: ya había una vacuna contra el coronavirus. Se trataba de Sputnik V, una vacuna hecha en Rusia. Sin embargo, tras el anuncio llegaron las suspicacias. La OMS y la comunidad científica mostraron sus reparos alertando, principalmente, que la vacuna presentada por Moscú aún no concluye la fase 3 de su desarrollo y que se requieren más pruebas para confirmar su efectividad.