En la lista de exigencias del Estado Islámico para la liberación del periodista estadounidense James Foley, además del pago de US$100 millones, figuraba la demanda de libertad de una científica pakistaní condenada a 86 años de cárcel en Estados Unidos, reveló hoy el diario británico "The Telegraph".
Aafia Siddiqui, de 42 años, es una neurocientífica con doctorado en la Universidad Brandeis, Estados Unidos, país al que había llegado en 1990.
A principios del 2003 regresó a Pakistán. Estados Unidos le seguía los pasos, pues la consideraba mensajera de Khalid Sheik Mohamed, el verdadero cerebro de los atentados terroristas del 11 de setiembre del 2001 y que está recluido en la base naval estadounidense de Guantánamo.
Además, a Siddiqui también se le señalaba como una recaudadora de fondos para la red terrorista Al Qaeda con el fin de fabricar bombas.
A Siddiqui se le perdió el rastro en Pakistán, hasta que se supo de su captura en Afganistán en el 2008. En su poder se le encontró documentos sobre armas químicas, bombas sucias y diseminación de virus, lo que indican que estaba planeando ataques contra Estados Unidos, señala "The Telegraph".
Cuando era interrogada por soldados estadounidenses y funcionarios del FBI al día siguiente de su detención, agarró un rifle que estaba a un lado de una mesa y disparó a sus interrogadores, quienes lograron neutralizarla.
La mujer fue extraditada a Estados Unidos, país donde fue condenada en el 2010 a 86 años de cárcel por intento de asesinato.
Su caso fue emblemático en Pakistán, donde la consideran una perseguida solo por su fe musulmana y se promovieron masivas manifestaciones para exigir a Estados Unidos que la libere. Incluso el Gobierno Pakistaní se involucró en la causa y ofreció a Washington la entrega de un contratistas de la CIA encarcelado por asesinato en el país asiático a cambio de la libertad de Siddiqui.
La inclusión de Siddiqui en la lista de demandas del Estado Islámico indicaría que entre los mandos de la organización terrorista hay combatienetes talibanes de pakistán y Afganistán, le dijo un especialista en terrorismo al Telegraph.
Otra interpretación apunta a que el grupo, que está focalizado en Iraq y Siria, está buscando apoyo en Pakistán y Afganistán.
En Pakistán también consideran injusta su condena porque alegan que Siddiqui sufre de alteraciones mentales. El tribunal que la juzgó ordenó que se le hicieran exámenes psiquiátricos donde los médicos concluyeron que la mujer fingía su demencia.