WILFREDO SANDOVAL
Redacción Chiclayo
En 1986, el bosque de Tungula estuvo en peligro de desaparecer. Los taladores acababan con los árboles del distrito de Incahuasi, en Lambayeque, y justo antes de llegar a este lugar, el Ministerio de Agricultura empezó una campaña de reforestación. Por ello se salvó.
Tungula es último bosque de neblina de la cuenca del río La Leche, en Incahuasi, ubicado a 3.500 metros sobre el nivel del mar. Por esa misma razón, siempre se supo de su existencia, pero nunca se le visitó.
Sin embargo, hace unas semanas la curiosidad despertó en las autoridades de la comunidad campesina de San Pedro de Incahuasi. Motivados por la biodiversidad y las potencialidades que posee el lugar y provistos de las herramientas necesarias para realizar un registro científico, se armó una expedición que fue integrada por un investigador y el ingeniero Bernardino Lalopú del Ministerio del Ambiente, conocido por haber descubierto los hongos de Marayhuaca, alimento que hoy sirve como principal fuente de ingresos en Incahuasi.
En las cuatro horas que permanecieron en el lugar, el taxónomo de la universidad Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque, Luis Felipe García Llatas, pudo registrar unas 50 especies de vegetales. Esta cantidad, dijo, sería apenas el 10% de todo lo que pueda existir en el bosque.
Mientras se internaban entre la densa neblina de la cordillera, el grupo estaba maravillado con la cantidad de especies nativas de orquídeas, arándanos y fauna que serían nuevos para la ciencia.
Estar en Incahuasi es entrar a una pequeña jungla. Aunque geográficamente es un bosque de la vertiente occidental de la Cordillera de los Andes, en el lugar abundan flora y fauna con características de la Amazonía.
FUENTE CIENTÍFICA
La mejor experiencia de los aventureros fue llegar hasta grandes extensiones de ichu, donde se forman los pajonales que sirven como depósitos acuíferos en los que provisionalmente se conserva el agua. Luego esta fluye racionalmente hacia la parte baja y alimenta la napa freática de la costa.
En la visita, el biólogo García Llatas encontró especies arbóreas aún no estudiadas por la ciencia y calificó el área como un espacio de recursos genéticos en estado natural, en el que existen frutos con potencial para ser industrializados.
Una vez que se identifiquen los recursos fitogenéticos, los comuneros plantearán algunos proyectos para el uso racional de lo que existe en el bosque y lograr un beneficio para las poblaciones que viven en la zona.
A LA ESPERA DE ATENCIÓN
El encuentro con un peculiar insecto del grupo de las mantis religiosas (‘Pseudopogonogaster kanjaris’) fue otro momento cumbre de la visita. Julio César Manayay Huamán, presidente de la comunidad campesina San Pablo de Incahuasi, cree que Tungula debe ser conservado y convertido en un refugio de vida silvestre.
El dirigente comunal guarda la esperanza de que las autoridades de la región Lambayeque estudien este valioso patrimonio natural que también reúne condiciones para el avistamiento de aves como la pava parda.
LA IMPORTANCIA
Bernardino Lalopú, consultor del Sernanp, señala que durante su recorrido el agua beneficia a miles de familias de Laquipampa y Batán Grande y Fernando Hoxsl. Sin embargo tiene especial influencia sobre el Santuario Histórico Bosque de Pomac. Además, es clave para el abastecimiento de la napa freática que alimenta a las empresas agroexportadoras ubicadas en Jayanca y La Viña, en la costa de Lambayeque.