Milagros Asto Sánchez

El peruano Iván Figueroa calcula que de las dos mil personas que vivían en su edificio en el centro de Kiev solo quedan unas 200. Han pasado poco más de dos semanas de la invasión rusa y cada vez son menos los que permanecen en Ucrania. Él sigue en el país porque la familia de su esposa no quiere irse y porque desde hace 39 años Ucrania es su hogar.