(Foto: Reuters)
Redacción EC

Los candidatos del Gobierno ganaron el domingo al menos 17 de las 23 gobernaciones en las elecciones regionales de , mientras el resultado del estado Bolívar aún está pendiente, dijo la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE).

La oposición dijo que tenía "serias dudas" sobre lo anunciado por el CNE y declaró que desconoce los resultados, por lo que pidió a sus miembros que hagan una auditoría al proceso.

Los venezolanos votaron este domingo para elegir gobernadores en unos comicios sin mayores incidentes en los que el gobierno y la oposición midieron fuerzas, después de cuatro meses de violentas manifestaciones que dejaron unos 125 muertos entre abril y junio.

La oposición conquistó las magistraturas de Anzoátegui, Mérida, Nueva Esparta, Táchira y Zulia, de acuerdo con la información del CNE, al tiempo que perdió su bastión Miranda -hasta ahora gobernado por Henrique Capriles-, Lara y Amazonas, que previamente estaban bajo su poder.

Gerardo Blyde, jefe de campaña de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), dijo que no reconocen los resultados de la elección. La agrupación del antichavismo de declaró "en pie de lucha" para reportar sus reclamos desde este lunes.

Desde tempranas horas de la mañana ciudadanos amanecieron en las colas para ejercer su derecho al voto en distintos estados del país. La participación, que se ubicó en 61,14%, aumentó a medida que transcurrió el día.

Cumplida la hora de cierre de urnas, a las 06:00 p.m. locales (05:00 p.m. en el Perú), muchos centros permanecían abiertos para recibir a los electores aún en fila, como dispuso el Consejo Nacional Electoral (CNE), que aún no había dado oficialmente por concluida la votación.

Más de 18 millones de venezolanos estaban llamados a sufragar para designar por cuatro años a los gobernadores de los 23 estados del país petrolero.

La oposición pidió a sus seguidores votar, más que por gobernadores, para castigar la gestión del presidente Nicolás Maduro; en tanto que el mandatario reivindicó la elección como un "triunfo de la democracia revolucionaria".

"Este país o cambia o termina de hundirse. El cambio no es un camino fácil, la batalla hay que darla", declaró Mary Delgado, administradora de 63 años, a la AFP.

En Maracaibo, ciudad petrolera en el oeste del país, Carmen de Guillén, de 52 años, votó para apoyar al gobierno porque -dijo- "se preocupa por los más pobres".

Los comicios se celebraron con un año de retraso y luego de dos meses de tregua tras las marchas convocadas entre abril y julio por la opositora MUD para exigir la salida de Maduro.

La MUD llamó a su gente a vencer la desilusión tras fracasar en las marchas que buscaban forzar la salida de Maduro del poder, y mostrar que aún son mayoría. Este fue el primer duelo electoral desde su aplastante victoria en las parlamentarias de 2015, cuando rompió una hegemonía chavista de 18 años.

- En busca de legitimidad -

Buscando legitimidad nacional e internacional, Maduro convirtió estos comicios en una validación de su todopoderosa Asamblea Constituyente, desconocida por la oposición y países de América y Europa.

"El que vote está votando por la Constituyente", reiteró el mandatario.

Maduro dispuso que los gobernadores electos se subordinen a la Constituyente, totalmente oficialista pues la MUD la consideró ilegal y no participó en su elección.

"El que no se juramente no toma su cargo y punto", advirtió el presidente.

A las puertas está un nuevo repunte del conflicto institucional. Los gobernadores podrían terminar como el Parlamento, cuyo poder fue anulado por la justicia -acusada de oficialista-.

- "Si comes, no te vistes"-

Además de la frustración de su gente tras las protestas, la MUD enfrentó complicaciones como la reubicación a última hora de casi 300 centros, lo que denunció como "abusos" del CNE para favorecer al gobierno.

La MUD responsabilizó al CNE porque varios centros donde mayoritariamente votan sus seguidores abrieron tarde; aunque la presidenta del organismo, Tibisay Lucena, minimizó las quejas y dijo que todo transcurrió con "normalidad".

Desde que se eligió la Constituyente el 30 de julio, las protestas cesaron y Venezuela recuperó una relativa normalidad.

Pero el país sigue siendo una olla en ebullición: en medio de una de las peores crisis de su historia, está al borde de la hiperinflación, con una severa escasez de alimentos y medicinas y una caída del PIB que el FMI calcula será de 12% este año.

"Estoy cansada de la burla de esta gente que no quieren soltar el poder. En este país si comes no te vistes y si te vistes no comes", declaró Victoria Carmona, maestra de 52 años, en San Cristóbal, estado Táchira (occidente).

Para animar a sus seguidores, la MUD argumentó que sin las protestas muchos países no habrían desconocido la Constituyente ni Estados Unidos sancionado al gobierno venezolano y a varios de sus funcionarios, incluido Maduro.

"Es un remate contra Maduro, contra la corrupción, el hambre, la escasez", manifestó el excandidato opositor Henrique Capriles, gobernador saliente de Miranda (norte).

Aunque la elección es regional, los resultados "tendrán efecto" en un posible diálogo -tímidamente reiniciado en septiembre en República Dominicana- y en la elección presidencial de fines de 2018, opinó el analista electoral Eugenio Martínez.

Fuente: Agencias

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