Kiev (EFE)
Las reiteradas violaciones de la tregua entre las fuerzas ucranianas y los rebeldes prorrusos retrasan el repliegue del armamento pesado y la creación de una zona desmilitarizada en el este de Ucrania que debía haber comenzado hoy, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad nacional y Defensa ucraniano, Ígor Lisenko.
"Uno de los principales puntos (del acuerdo) es el alto el fuego. Por el momento, incluso este primer punto no se está cumpliendo", aseguró Lisenko.
Por ello, agregó, "ni siquiera estamos hablando del resto de puntos" del Memorándum de Minsk, en alusión a la creación de una zona de seguridad de 30 kilómetros.
"Si hay repliegue, éste debe ser simultáneo con la retirada de las tropas rusas", agregó.
En tanto, los rebeldes confirmaron a medios rusos que Kiev aún no ha comenzado a retirar sus piezas de artillería de gran calibre de la zona de seguridad.
"Por el momento, los militares ucranianos siguen en sus posiciones. No hemos observado la retirada de la artillería", informó un portavoz del mando militar insurgente que añadió que "según los datos preliminares, por parte de las tropas ucranianas ni siquiera se están efectuando preparativos de repliegue".
El Memorándum suscrito en la madrugada del sábado en Minsk por Kiev y los separatistas reforzó el alto el fuego declarado el pasado 5 de septiembre en la capital bielorrusa.
Aunque se mantiene desde entonces, los incidentes son constantes y, de hecho, Lisenko cifró hoy en dos los soldados muertos y en ocho los heridos en las últimas 24 horas, con lo que ya serían una veintena las bajas ucranianas desde la declaración de alto el fuego.
En la misma línea, el mando militar ucraniano denunció numerosos ataques contra sus posiciones y puestos de control en las regiones de Donetsk y Lugansk, ambas limítrofes con Rusia.
Como respuesta, las fuerzas gubernamentales eliminaron a unos 40 milicianos y destruyeron dos piezas de artillería y una lanzadera de misiles Grad.
Además, la principal plaza fuerte de los sublevados, Donetsk, fue de nuevo objeto de bombardeos nocturnos, en los que dos civiles resultaron heridos después de que varios proyectiles impactaran en edificios de viviendas.
Tanto Rusia como el garante de la tregua, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), intentan quitar hierro a la tensión y mantienen que el cese de las hostilidades es efectivo.
Según aseguró ayer el emisario ruso en Minsk, Mijaíl Zurábov, embajador en Ucrania, el acuerdo debería comenzar a aplicarse hoy domingo.
Con todo, la OSCE decidió poner al mal tiempo buena cara y aplaudió hoy en un comunicado los pasos dados en Minsk para reducir la escalada del conflicto en el este de Ucrania.
La misión de la OSCE en Ucrania "apoyará inmediata y activamente la puesta en práctica de los acuerdos y procederá a su supervisión", señala la nota oficial.