A sus 14 años Hawa superó un reto que muchos en el mundo nunca han experimentado: vencer al ébola. La adolescente vive en Sierra Leona, una de las zonas más afectadas por esta epidemia que ha matado a más de 4.400 personas en los últimos meses.
“Yo estaba en el hospital cuando mi tía murió. Poco después de que ella fuera enterrada, mi hermano menor también falleció. Desde entonces todos fuimos infectados”, afirma la pequeña en un video publicado por Unicef.
Hawa guarda en una bolsa cerrada herméticamente el documento que certifica su alta médica, prueba de que ya no sufre esta enfermedad.
“Al inicio sentí un dolor en mi pecho. Era mi corazón, estaba latiendo tan fuerte. Era tan doloroso. Solía llorar. Tenía dolores de cabeza y mi cuerpo se volvía tan acalorado. No sabía que era ébola.”, relata.
Alrededor de 8,5 millones de niños y personas menores a los 20 años viven en zonas donde la epidemia de ébola está activa en Guinea, Sierra Leona y Liberia, según estimados dela Unicef.
Esta población no solo sufre riesgo de contraer el virus, sino que los huérfanos causados por la epidemia deben enfrentar al miedo y rechazo de su comunidad.
“Ahora que ya no estoy enferma, he sido dada de alta. Estoy feliz. Hay un montón de personas que no sobrevivieron. Ellos murieron. Pero yo sobreviví”, afirma Hawa. “Se siente bien porque ahora puedo ver a mis amigos. Mi otra tía, mi madre, mi padre, mi hermano y mi tío están aquí. Y puedo verlos a todos… puedo ser feliz nuevamente”