El presidente de Burundi, en África oriental, Pierre Nkurunziza, llamó al pueblo a la calma después de que se informara sobre enfrentamientos entre sus seguidores y los de golpistas en la capital, Bujumbura.
"Las protestas que están siendo llevadas a cabo ahora y han causado gran daño sobre todo en la capital", señala un comunicado de Nkurunziza. También a través de Twitter llamó a los ciudadanos a contenerse y permanecer en calma.
Testigos informaron desde la capital continúan los fuertes enfrentamientos entre simpatizantes del gobierno y seguidores del líder golpista Godefroid Niyombare. Desde primera hora se oían disparos y explosiones en la ciudad y desconocidos atacaron varias estaciones de radio con granadas.
(Foto: AFP)
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Niyombare, ex jefe de inteligencia del país, aprovechó el miércoles la ausencia de Nkurunziza para llevar a cabo un golpe de Estado y aseguró que el Ejército había tomado el poder. El mandatario se encontraba en Tanzania en una cumbre de la Comunidad de África Oriental (EAC) y afirma que el golpe fracasó.
Sin embargo, no está claro si Nkurunziza conseguirá regresar al país ya que Niyombare cerró el aeropuerto y las fronteras de Burundi. Varios medios informaron que el presidente había intentado volver pero al no poder hacerlo su vuelo regresó a Tanzania.
Niyombare fue destituido del servicio secreto por Nkurunziza este año después de que criticara la intención del presidente de presentarse a un tercer mandato en las elecciones del 26 de junio pese a que la Constitución lo prohíbe.
La decisión de Nkurunziza desató protestas masivas en el país que derivaron en hechos violentos las pasadas semanas. Activistas de derechos humanos denunciaron más de 20 muertos desde que comenzaron las manifestaciones.
Los enfrentamientos hacen temer que vuelva a producirse violencia étnica en Burundi, donde la guerra civil de 1993-2005 entre hutus y tutsis dejó unos 300.000 muertos. Naciones Unidas denuncia que unos 50.000 burundeses han huido a países vecinos.
Fuente: DPA