Han pasado ocho meses y dos semanas desde que 276 estudiantes de una escuela local fueron secuestradas por militantes del grupo extremista Boko Haram.
Más de 50 encontraron la oportunidad y el coraje para escapar. El resto continúa desaparecido, no obstante las promesas del gobierno nigeriano de encontrarlas, los drones estadounidenses que las buscaron por la vastedad del bosque de Sambisa y la megacampaña de Twitter, #BringBackOurGirls, que capturó la imaginación global hasta que algo más ocupó su lugar.
A estas alturas, ¿qué se sabe de su destino? ¿ Existe alguna posibilidad de encontrarlas? BBC Mundo lo investigó.
LO QUE PASÓ
Aquella noche del 14 de abril, un grupo de hombres armados irrumpió en el internado secundario estatal de Chibok –una localidad predominantemente cristiana–, reunió en el auditorio a las jóvenes, de entre 16 y 18 años de edad, y comenzó a prender fuego a dormitorios y salones.
Abubakar Shekau, líder de Boko Haram, ha sido descrito como "parte teólogo, parte gángster". (Foto: Getty)
"Ustedes sólo vienen a la escuela a prostituirse. La educación occidental (Boko, en hausa) está prohibida (haram, en árabe), así que, ¿qué están haciendo en la escuela?", preguntó uno de ellos, según el relato que una de las estudiantes que escapó le dio al servicio hausa de la BBC.
Los hombres les ordenaron buscar sus zapatos y sus velos y subirse a camiones y enrrumbaron con dirección al bosque de Sambisa, donde se cree que Boko Haram tiene búnkeres bajo el Sahel –la zona de transición entre el desierto del Sahara y la sabana de Sudán– y hace vida a sus anchas.
Muchas de las que lograron escapar lo hicieron saltando de los camiones, acudiendo al auxilio de desconocidos que les proporcionaron transporte y cobijo en aquella zona hostil.
Rose Daniel, de 17 años -en la foto que muestra su madre Rachel-, es una de las jóvenes secuestradas. (Foto: Reuters)
Mónica Mark, en la foto que muestra su madre Martha Mark, también estaba en el grupo. (Foto: Getty)
Del resto, no se supo más, hasta el día en que el líder de la organización, Abubakar Shekau, un siniestro personaje de entre 30 y 40 años que ha sido descrito como "parte teólogo, parte gánster", apareció en un video a mediados de mayo.
"Yo secuestré a sus niñas", dijo. "Las voy a vender en el mercado, por Alá. Las voy a vender y entregarlas en matrimonio".
"La esclavitud está permitida en mi religión. Voy a capturar a gente y esclavizarla".
Ciento treinta y seis de las jóvenes figuraban en la cinta. Vestidas de pie a cabeza con el hijab musulmán, sentadas y recitando el primer verso del Corán. Dos de ellas dijeron haberse convertido al islam desde el cristianismo.
Desde entonces, no se las ha vuelto a ver.
BÚSQUEDA INFRUCTUOSA
El caso no logró escapar a los asuntos de política interna de Nigeria.
Al principio, el presidente Goodluck Johnatan negó que el secuestro hubiera ocurrido, enfrascado, como estaba en la organización del Foro Económico Mundial, que se celebraba por aquellos días en su país.
Después, la ayuda internacional cayó bajo sospecha. Luego, la campaña en Twitter fue calificada como un intento por desprestigiarlo.
En medio de estas escaramuzas, se informó que testigos habían visto grupos de jóvenes más allá de la frontera, en Camerún y Chad, y un anciano de la comunidad le dijo al servicio hausa de la BBC que varias de ellas habían sido forzadas a casarse o vendidas como esclavas por apenas el equivalente a US$12.
En agosto, el diario estadounidense The Wall Street Journal señaló que drones estadounidense habían avistado grupos de mujeres en zonas del bosque de Sambisa.
En varias ciudades del mundo hubo manifestaciones en favor de la causa de las jóvenes. Aquí unas estudiantes en Nueva Zelanda las llaman "hermanas".(Foto: Getty)
Esto sugería que Boko Haram las matenía como una preciada herramienta de negociación para un posible intercambio de prisioneros.
Sin embargo, estos avistamientos nunca fueron confirmados oficialmente.
En octubre, un negociador británico-australiano dijo que otras cuatro jóvenes habían logrado escapar y llegar a un sitio seguro, tras caminar tres semanas. Y una tregua anunciada por el gobierno ese mismo mes, que supuestamente abriría la puerta para una liberación, quedó en la nada.
La última noticia que se tuvo del caso vino, de nuevo, de boca de Abubakar Shekau quien, en un video el 1 de noviembre, aseguró que el caso de las jóvenes estaba cerrado y olvidado porque hacía mucho que las había casado y convertido el islam.
"Están en sus hogares maritales", dijo, riéndose entre dientes.
ASÍ QUE, DÓNDE Y CÓMO
No hay ninguna respuesta definitiva sobre el paradero y la suerte que aguardó a las más de 200 jóvenes en manos de Boko Haram.
"No hay nada que dé esperanza", le dice a BBC Mundo Isa Sanusi, periodista del servicio hausa.
La vida continúa en Chibok, aunque la rabia y el miedo son parte de la vida cotidiana. (Foto: Getty)
"No hay nada concreto, ningún informe de que se esté intentando rescatarlas".
Un bloqueo impuesto por el gobierno de Nigeria sobre la información del caso hace aún más difícil dilucidar qué pasó con ellas.
Sanusi cree que es posible que muchas de ellas hayan sido casadas con los propios militantes de Boko Haram, que las mantendrían en la selva como una forma de evitar que el Ejército intente meterse y atacar en la zona que controlan.
Otras habrían sido vendidas. Es probable que algunas estén embarazadas o muertas, como dijera el expresidente nigeriano Olusegun Obansajo.
Ninguna habría tenido un final feliz.
¿SE LAS VOLVERÁ A VER?
"Lo que puede pasar es que, de tanto en tanto, alguna aproveche una oportunidad para escapar, o que se logre un acuerdo con una determinada facción que tiene a algunas de las rehenes en su poder. En los próximos meses o años puede que comiencen a reaparecer", decía un diplomático británico no identificado citado por el periódico británico The Telegraph en julio pasado.
Mientras tanto, los padres y madres de Chibok siguen esperando. Todavía esperando.
Decepcionados.
Enfurecidos.
Sin esperanza.