“(Capturaba) a sus víctimas cuando iban o regresaban del colegio o del trabajo, por la mañana o por la noche [...] A algunas de ellas las atacó en su propio domicilio”.
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Así operó durante casi una década Nkosinathi Phakathi, un hombre de 32 años que perpetró más de 90 violaciones sexuales en el municipio sudafricano de Ekurhuleni y alrededores, muy cerca de la capital Johannesburgo.
Los detalles sobre los siniestros delitos de Phakathi que han conmocionado a Sudáfrica se conocieron este martes en el tribunal de Palm Ridge, donde se realizó un juicio en su contra en el que se le declaró culpable de 148 cargos, incluidos algunos por secuestro, robo agravado y posesión de un arma sin licencia.
LAS PRIMERAS VÍCTIMAS
El primer ataque sexual de Phakathi se remonta a junio del 2012, cuando violó a una joven de 12 años en la ciudad Benoni. Tres meses más tarde, el monstruo volvería a atacar, esta vez contra una mujer cerca del cementerio Sgodi, en Daveyton.
Tres años más tarde, Phakathi se volvió más perverso, determinaron las investigaciones en su contra. En el 2015 agredió sexualmente a una joven quinceañera en Benoni mientras obligaba a un niño de solo 9 años a presenciar el aberrante acto.
Phakathi cometió un delito similar un año más tarde, cuando violó a una joven de 16 años mientras obligaba a un chico de la misma edad a presenciar. Ese mismo año, el depredador sexual obligó a un joven de 14 años a abusar de dos jóvenes quinceañeras en Etwatwa para luego violarlas él mismo.
“Se hacía pasar por un electricista que iba a reparar una caldera u otros electrodomésticos y las violaba [...] En algunos casos, cuando violaba a varias personas al mismo tiempo, obligaba a otra persona a mirar”, describió Lumka Mahanjana, portavoz de la fiscalía en un comunicado.
Los fiscales sudafricanos documentaron en total 93 delitos sexuales de este tipo perpetrados por Phakathi entre el 2012 y el 2021, cuando finalmente fue capturado.
CAPTURADO
El último crimen de Phakathi se registró el 23 de febrero del 2021. Al mes siguiente, la policía de Benoni consiguió dar con su paradero y lo detuvo.
Phakathi, sin embargo, intentó huir de las autoridades, desencadenando un tiroteo en el que el depredador sexual resultó herido gravemente de un disparo en la pierna derecha.
Las heridas llevaron a que la pierna de Phakathi fuese amputada por los médicos y recluido en el hospital de la prisión Modderbee a la espera del juicio en su contra.
La fiscalía sudafricana presentó en total 203 cargos en su contra, pero 55 de ellos fueron desestimados antes de llegar al tribunal.
A inicios de esta semana, Phakathi se declaró culpable de las 148 acusaciones restantes. Se espera que en los próximos días la justicia anuncie el veredicto en su contra, el mismo que podría ser de cadena perpetua.
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