Sudán del Sur, el país más joven del mundo y uno de los que presenta algunos de los peores indicadores humanitarios, cumple este martes 9 de julio 13 años de su independencia. La población sursudanesa continúa viviendo en una emergencia recurrente y desatendida. En esta nota, Médicos Sin Fronteras (MSF) te presenta 5 datos que tienes que saber de esta nación africana.
1.- Una nación con una esperanza de vida de 54 años
Sudán del Sur, país ubicado en el noreste de África, cumple 13 años como Estado después de haber declarado oficialmente su independencia de Sudán el 9 de julio de 2011. En ese momento, la nación estaba atravesado por al menos 30 emergencias humanitarias. Algunas de sus zonas estaban sumidas en enfrentamientos intercomunitarios y surgían nuevos conflictos en las áreas fronterizas con Sudán. Los indicadores de salud de la nueva nación estaban entre los peores del mundo, con una esperanza de vida de 54 años, una tasa de mortalidad materna de 1.050 muertes por cada 100.000 nacidos vivos y una tasa de mortalidad infantil de 104 por 1.000. A pesar de todos estos desafíos, los primeros años de independencia fueron un período de relativa paz; aunque en diciembre de 2013 —menos de dos años después de su declaración-, el país implosionó rápidamente en una guerra civil.
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2.- Un sistema sanitario colapsado
Si bien en 2018 hubo un acuerdo de paz que puso fin a cinco años de guerra civil, y a pesar de la formación de un gobierno unificado, a principios de 2020 la situación sigue siendo volátil en muchas zonas del país. Hoy el acceso a la atención médica continúa siendo un desafío para la población, ya que dos tercios de sus centros sanitarios no funcionan. A pesar de la fuerte presencia de organizaciones humanitarias, la disminución de la financiación ha tenido un gran impacto en la prestación de servicios de atención médica. Además, los brotes recurrentes de enfermedades en muchas zonas del país agravaron los problemas existentes, como los desplazamientos, la inseguridad alimentaria y la falta de atención médica básica, incluida la vacunación.
3.- Millones de desplazados y refugiados
Tras estallar el conflicto en el vecino Sudán en abril del año pasado, más de 680.000 personas llegaron a Sudán del Sur en un momento en que la asistencia humanitaria existente apenas puede satisfacer las necesidades de su población. Asimismo, en los próximos meses, es probable que continúe aumentando la presión sobre los servicios de salud y las organizaciones de ayuda. Por otra parte, la crisis de refugiados sursudaneses sigue siendo una de las más grande de África, con más de 2,3 millones de personas acogidas en países vecinos, principalmente en Etiopía, Kenia, Sudán y Uganda, según datos de ACNUR, y alrededor de 2 millones de personas siguen desplazadas internamente.
4.- Inseguridad alimentaria
La inseguridad alimentaria también es un problema en el país más joven del mundo. El condado de Leer es propenso a inundaciones severas e inseguridad recurrente. Durante varios años, la gente ha desconfiado a la hora de cultivar su tierra por temor a perderlo todo. Por lo tanto, dependen de los alimentos disponibles en el mercado, que la inflación está haciendo cada vez más difícil de comprar, o de la asistencia alimentaria, que se ha reducido considerablemente a causa de los recortes presupuestarios. Además, el desplazamiento de la población del vecino Sudán como consecuencia del conflicto en ese otro país, ejerce una mayor presión sobre los suministros de alimentos en la zona y aumenta las necesidades de atención médica. A fines del año pasado, el país sufría una crisis nutricional que afectaba a aproximadamente siete millones de personas, cifra que se prevé que aumente durante este 2024.
5.- El trabajo de Médicos Sin Fronteras
Médicos Sin Fronteras (MSF), una organización humanitaria internacional que brinda atención médica a poblaciones afectadas por catástrofes naturales, conflictos armados, epidemias, pandemias y enfermedades olvidadas, lleva a cabo uno de sus programas de asistencia más grandes del mundo en Sudán del Sur. Sus equipos brindan respuesta a la gran cantidad de necesidades sanitarias de las personas desplazadas por la violencia interna en distintas partes del país, además de responder a emergencias y a brotes de enfermedades. Asimismo, los equipos realizan actividades de prevención, como campañas de vacunación y sesiones de promoción sobre salud física y mental. En 2023, MSF trabajó en siete de los diez estados del país y en dos zonas administrativas, y brindó servicios sanitarios a más de un millón de personas en todo el país.