Unidades especiales de la Guardia Nacional tunecina desmantelaron en las últimas horas una presunta célula yihadista compuesta por nueve personas en el barrio universitario de Manuba, en el noreste de la capital tunecina, la sexta en apenas 10 días.
Según un comunicado difundido hoy por el Ministerio de Interior, los detenidos formaban parte de la estructura de "Ansar al Sharia", un grupo fanático local que en los últimos años se ha desgajado y aliado tanto con la organización yihadista Estado Islámico (EI) como con la red terrorista Al Qaeda.
"Al grupo se le decomisaron varios vídeos en los que se observaba como sus miembros recibían entrenamiento con armas de fuego en un campamento en zona montañosa así como imágenes de otros integrantes que están en zonas de conflicto en otros países árabes", explicó la nota sin ofrecer otros detalles.
Esta es la sexta célula de yihadista desarticulada en Túnez desde que hace once días un ciudadano de este país fuera acusado de perpetrar un atentado terrorista con un camión en mercado navideño de Alemania.
El presunto terrorista, procedente de una de las zona rurales del país, fue días después abatido por efectivos de la guardia italiana en un barrio de Milán, en el norte de Italia.
La desarticulación de esta célula coincide hoy con unas palabras del primer ministro tunecino, Yusef Chahed, quien ha advertido que el Ejército y la Policía tunecina arrestarán a todo yihadista que regrese al país tras haber combatido en las filas de organizaciones terroristas.
El jefe del Ejecutivo tunecino subrayó, además, que todos ellos serán juzgados bajo la nueva ley antiterrorista local y serán condenados de acuerdo a los crímenes que puedan haber cometido ya que "el Estado tunecino no ha firmado ningún acuerdo sobre el retorno de los terroristas".
"Aquellos que regresen serán arrestados de forma inmediata a su llegada a territorio tunecino y serán juzgados. Y se les aplicará la ley antiterrorista", renovada y aprobada en 2015 en el contexto de los tres atentados terroristas que ese año segaron la vida de 72 personas, 60 de ellas turistas extranjeros.
Según distintas organizaciones internacionales, cerca de 5.000 tunecinos se han sumado en los últimos años a las filas del EI, lo que convierte al país norteafricano en el primero del mundo en número de combatientes.
Una parte importante de ellos hacen la yihad en la vecina Libia, donde según distintos servicios secretos árabes y europeos el 80 % de los mandos de grupos yihadistas tienen nacionalidad tunecina.
A este respecto, Chahed insistió en que los servicios secretos de su país "tienen una lista con (el nombre) de todos los terroristas (de su país) que están en zonas de tensión o que se han sumado a organizaciones terroristas. Conocemos sus datos y los vigilamos cada día", subrayó.
La semana pasada, el ministro tunecino de Interior, Hedi Majdoub, reveló en el Parlamento que unos 800 yihadistas tunecinos ha regresado ya al país y admitió que no todos ellos están detenidos, aunque sí "en el radar".
Además de los yihadistas emigrados, Túnez tiene un grave problema con grupos radicales islámicos armados que desde 2011 combaten al Ejército en la región de Kasserine, un área montañosa que linda con Argelia.
En esa guerra de baja intensidad han muerto cerca de un centenar de efectivos del Ejército y de la Policía y algunas decenas de civiles en atentados y combates con los fanáticos.
Fuente: EFE
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