Inundaciones y deslaves han forzado a más de 90.000 personas a abandonar sus hogares en el nordeste de Japón.
Joso, al norte de Tokio, una ciudad de 65.000 habitantes, ha sido especialmente afectada por el desborde del río Kinugawa. Las autoridades han usado helicópteros para rescatar a personas aisladas en los techos de las casas.
Muchas viviendas han sido directamente arrastradas por la corriente.
Se ha reportado la desaparición de dos personas en la región y al menos 15 han resultado heridas.
Las fuertes lluvias se deben a la llegada del tifón Etau, que ha generado vientos de hasta 125 kilómetros por hora.
"Son lluvias sin precedentes", aseguró el director de la Agencia de Meteorología de Japón, Takuya Deshimaru.
"Es una situación anormal y el peligro es inminente".
Las prefecturas más afectadas han sido Ibaraki y Tochigi, pero los efectos del tifón también se han sentido en otras áreas, incluida Fukushima.
La prefectura alberga la planta nuclear aún dañada por el terremoto y el tsunami de 2011.
Y las el sistema de drenaje que se utiliza para mantener fríos los reactores ha sido inundado.
Se espera que siga lloviendo hasta el viernes.
Mira las impactantes imágenes en este video de BBC Mundo.