Fumar es uno de los problemas de salud pública más comunes alrededor del mundo. De hecho, la Organización Mundial de la Salud considera al tabaquismo como una de las mayores amenazas que ha podido enfrentar el planeta, pues, según lo que dice su página oficial: “causa más de ocho millones de muertes al año, de las cuales aproximadamente 1,2 millones se deben a la exposición al humo ajeno”.
Esto es realmente preocupante, ya que no existe un nivel seguro de exposición al tabaco en cualquiera de sus presentaciones (puede ser tabaco sin humo, cigarrillos, puros, tabaco de liar o tabaco picado) y a su vez está relacionado con la carga de morbimortalidad presente en países de bajos y medianos recursos.
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Ahora bien, si el tabaco ya es algo negativo, imagínese lo controversial que sería ver a un niño fumando. Pues bien, en el año 2010 un video de un bebé en Indonesia le dio la vuelta al mundo, debido a la historia que había detrás: con tan solo 18 meses de edad, el pequeño fumaba hasta 40 cigarrillos al día.
Probablemente recuerde el clip subido a YouTube, en el cual se mostraba al niño, que montaba triciclo en pañales, con un cigarro en la boca. Esta imagen se convirtió en una alarma inminente alrededor del mundo, que advertida la crisis de salud pública relacionada con la dependencia al tabaco.
No obstante, doce años después, el mismo bebé que se convirtió en la viva imagen de los peligros del cigarrillo, ahora es considerado como una de las personas más jóvenes en dejar esta adicción.
Aldi Rizal: símbolo de una preocupación mundial
La historia de Ardi Rizal comienza en Indonesia, cuando empezó a robar cigarrillos en la plaza de la aldea Teluk Kemang al sur de la ciudad de Sumatra. Su madre vendía pescado en la zona y mientras tanto él buscaba aquellos delgados cilindros blancos que tanto veía en las calles.
Esta actividad le llamó la atención cuando, según una entrevista hecha por el Ministerio de Empoderamiento de la Mujer y Protección Infantil de Indonesia, su padre fue la primera persona que le pasó un cigarrillo a tan corta edad.
“Seguía viendo a la gente fumando y se veía delicioso”, le dijo el niño en el 2017 al medio australiano ‘The Sydney Morning Herald’. Según la entrevista realizada, el niño tenía un serio problema de tabaquismo que encabezó los más grandes titulares de los medios a nivel internacional.
Por otro lado, el problema de Rizal se complementó con un alarmante tema de obesidad, pues artículos posteriores relacionados con el seguimiento del caso, informaron que a los 5 años, Rizal pesaba 24 kilogramos, lo cual es casi seis kilos más de lo que debía, teniendo en cuenta su estatura y edad.
Una lucha que aún cobra factura
Después de que las imágenes de Aldi dieran la vuelta al mundo, sus padres y él buscaron ayuda. Fue así como tres años después, el pequeño comenzó su proceso de rehabilitación junto al psicólogo infantil, el Doctor Seto Mulyadi.
Con la viralización del video, Diana fue acusada de ser una mala madre, tanto como por dejar a su hijo fumar cigarrillos como por la notable obesidad que tenía el infante. Pero lo que no sabían es que, si ella le prohibía fumar o comer, Aldi atentaba de alguna forma contra sí mismo.
“Lo primero que hice fue confiscar los cigarrillos y él hacía una rabieta. Empezó a golpearse la cabeza, e incluso se apuñaló en la rodilla con un cuchillo”, explicó. La mujer intentó de todas las formas quitarle los cigarros a su hijo, pero fue una lucha en vano hasta que comenzó la terapia con Muyaldi.
Además, el problema de obesidad que ya tenía desde los dos años, estaba ligado con su adicción y posteriormente empeoró debido a la ansiedad que le provocaba el dejar de fumar. Según lo que contó Diana, la madre del niño, Aldi podía llegar a comerse hasta tres muslos de pollo, dos tazones de sopa de albóndigas, y una lata de leche condensada en una sola comida.
“Comía mucho cada vez que tenía ganas de fumar”, explicó. Aun así, esto cambió cuando entró al colegio. Sus padres le enviaban una gran lonchera, ya que si no comía lo que quería no sólo hacía una gran rabieta, sino que también amenazaba con escaparse de casa. Pero cuando sus compañeros se burlaron de él por la cantidad de comida que llevaba, decidió reducir sus porciones.
Ahora, el joven chico de primaria se encuentra en una dieta estricta a base de pescado y verduras con el fin de recuperar su peso normal, así como busca promover los hábitos de vida saludable y, a su vez, da entrevistas advirtiendo lo complicado que es dejar este tipo de productos.
El tabaquismo infantil: un problema que le concierne a todo el mundo
La razón por la cual el video fue tan controversial es fácil de entender: era un niño fumando cigarrillo, una práctica nociva para la salud que demuestra que hay un problema mayor detrás.
En un artículo publicado por la Revista Mexicana de Pediatría, se estima que, a nivel mundial, cerca de 40 por ciento de los niños son expuestos al tabaquismo pasivo y una cuarta parte de los adolescentes que fuman lo hizo por primera vez antes de los 10 años de edad. Estas cifras son alarmantes, pero más aún en los países donde las regulaciones son bajas y los adultos, la publicidad y el mercado promueven este tipo de prácticas.
De hecho, una encuesta hecha por el gobierno de Indonesia en el 2015, encontró que el 85 por ciento de las escuelas de la región estaban rodeadas de anuncios de cigarrillos. Pero esto no es todo. De acuerdo con la conferencia ‘Atlas del Tabaco’, se estima que más de 267 mil niños consumen productos derivados del tabaco diariamente en el país asiático.
Sin embargo, este no es el único lugar del mundo que afronta la problemática. Según las cifras, el 51 por ciento de los hombres mayores de 15 años en Rusia ya se consideran fumadores frecuentes. Lo mismo pasa en Papúa Nueva Guinea y, con un 41 por ciento de jóvenes fumadores, China va por el mismo camino.
En México, por su parte, mueren al año más de 53 mil personas fumadoras por enfermedades asociadas al tabaquismo. En el artículo ‘Tabaquismo en niños y adolescentes, la necesidad de la prevención’ publicado por Guadalupe Soto Estrada, doctora epidemióloga de la Universidad Nacional Autónoma de México, hay una encuesta realizada a nivel nacional en la que se determinó que más de ocho millones de jóvenes iniciaron el consumo de tabaco antes de los 17 años entre 1990 y el 2002.