Kaser Kalan. La luz inunda el lugar cuando el cartero retirado abre la ventana de su habitación. Un poster viejo poster de flores reaparece de entre las sombras. "El amor es suficiente", dice el poster.
Faizul Hasan Qadri tiene 79 años. Él y su esposa, Tajammuli, se casaron cuando eran adolescentes y estuvieron juntos 58 años. Ella falleció hace tres años.
Faizul Hasan Qadri, de 79 años (AP)
Sin embargo, ahora él puede mirar por la ventana y ver el monumento que le construye a Tajammuli. El edificio central tiene un techo redondo y arcos, un reflejo de la arquitectura de los reyes Mughal que otrora gobernaron India. En el perímetro del edificio hay cuatro torres. Es la tumba de Tajammuli.
Los vecinos de Faizul Hasan Qadri observan la construcción (AP)
"Éramos una pareja normal", dice Qadri. Fue un matrimonio arreglado, una práctica que todavía es muy común en India y era casi universal cuando él era joven. "Siempre que nos peleábamos y yo estaba molesto, ella se mantenía en silencio y al revés".
Nunca tuvieron hijos. Un día, Tajammuli preguntó quién los recordaría cuando fallecieran. "Voy a construir una tumba que todos recordarán", le dijo. Era para ella, dice, aunque un día él también descansará allí.
Después que ella falleció, el hombre vendió sus pocas joyas y algunas tierras de la familia. Echó mano a todo lo que había ahorrado a lo largo de los años y comenzó a construir el monumento. Tajammuli descansa en una pequeña tumba en el edificio principal, pero casi tres años después el edificio no está terminado. Qadri no tiene mucho dinero y solo contrata trabajadores cuando puede pagarles.
La gente se ha ofrecido a ayudarlo, pero él dice que no.
"Es una prueba de amor. Tengo que hacerlo yo", dice Qadri.
El hombre diseñó el mismo el edificio, obviamente inspirado en los antiguos monumentos del país, pero se reía cuando los vecinos comenzaron a decirle el Taj Mahal, el fastuoso mausoleo construido por un rey Mughal a su esposa favorita. Qadri solo ha visitado el Taj Mahal una vez. El lugar está a 140 kilómetros de aquí y no tiene dinero para viajar. Tajammuli solo lo vio en fotos.
En la habitación hay un reloj junto a una fotografía de la pareja ya entrada en años y Qadri lee en alta voz poemas que le escribió cuando ella falleció. A su lado hay una placa de mármol con el nombre de Tajammuli grabado. Dice que la colocará en el monumento cuando lo termine.
Foto: AP
Si hace falta, trabajará hasta que le llegue su hora.
Y cuando eso suceda, su hermano menor, Mehzul Hasan, de 70 años, lo enterrará junto a su esposa y terminará la obra.
Fuente: AP