Milagros Asto Sánchez

Como si las guerras y conflictos en curso no fueran suficientes, el mundo cierra este 2023 con las aguas del mar de China Meridional convertidas en otro foco de tensión. y llevan meses acusándose de causar una serie de enfrentamientos en la zona, pero las provocaciones se han hecho más visibles en las últimas semanas.

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Beijing acusó el lunes 25 a Manila de infringir de forma repetida el territorio chino en el mar de la China Meridional y aseguró que China “defenderá firmemente su soberanía territorial y sus derechos e intereses marítimos”, según indicó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Mao Ning. La funcionaria expresó su esperanza en que Filipinas “tome decisiones sensatas” y vuelva al camino correcto de resolver las diferencias mediante el diálogo.

El ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, fue un poco más allá la semana pasada y advirtió que cualquier error de cálculo en la disputa con Filipinas conllevaría una respuesta decidida de China.

Filipinas, por su parte, ha afirmado que es China la que está provocando las tensiones y realizando actividades que ponen en peligro a barcos y marineros con “maniobras que a veces resultan en colisiones en el mar”.

Ambos estados se han acusado de provocar enfrentamientos marítimos, incluida la supuesta embestida china contra un barco en el que viajaba el jefe militar filipino.

El pasado 10 de diciembre, Filipinas acusó a los guardacostas chinos de disparar nuevamente a sus barcos con cañones de agua y embestir contra sus buques de reabastecimiento en las cercanías del atolón Ayungin (conocido como Ren’ai en China), situado en el archipiélago Spratly y controlado por Manila, recuerda la agencia Efe.

Se muestra un video del reciente incidente en Second Thomas Shoal en el disputado mar de China Meridional, en Manila, el 11 de diciembre del 2023. (Foto: AFP)
Se muestra un video del reciente incidente en Second Thomas Shoal en el disputado mar de China Meridional, en Manila, el 11 de diciembre del 2023. (Foto: AFP)
/ EARVIN PERIAS

En esa misma zona tuvieron lugar otras dos colisiones entre barcos de ambas naciones en octubre. En esa ocasión las acusaciones mutuas también estuvieron presentes.

El deterioro de los lazos bilaterales coincide con las medidas de Manila para reforzar las relaciones militares con Japón y Estados Unidos, su antigua potencia colonial y aliado en defensa durante siete décadas.

Aguas disputadas

En el centro de la disputa se encuentran varios territorios en el mar de China Meridional, aguas ricas en recursos naturales y cruciales en el tráfico del comercio marítimo mundial.

Beijing alega razones históricas para reclamar la soberanía de la mayoría de dichas aguas, parte del cual también reclaman Filipinas, Brunéi, Malasia, Taiwán, Vietnam e Indonesia.

Pese al reclamo chino, en el 2016 la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya invalidó la reclamación de Beijing y dio la razón a Manila en su denuncia contra las reivindicaciones de las autoridades chinas, una decisión que China se negó a acatar.

El buque de la guardia costera filipina BRP Malapascua patrulla cerca del buque de la Armada BRP Sierra Madre en tierra, en las Islas Spratly en el disputado Mar de China Meridional. (Foto de Ted ALJIBE / AFP)
El buque de la guardia costera filipina BRP Malapascua patrulla cerca del buque de la Armada BRP Sierra Madre en tierra, en las Islas Spratly en el disputado Mar de China Meridional. (Foto de Ted ALJIBE / AFP)
/ TED ALJIBE

“En las últimas semanas ha habido una mayor tensión entre Filipinas y China, pero este no es un conflicto nuevo. Hace algunos años La Haya le dio la razón a Filipinas, que decía que China había ocupado algunas islas que Filipinas reclamaba como suyas y la corte le dio la razón a Manila. Sin embargo, China dice que ese dictamen no tiene validez y que ese territorio históricamente ha sido de China; lo que pasa es que Beijing ha reforzado su presencia en muchas de esas islas, incluso las ha militarizado”, destaca el internacionalista especializado en Asia y profesor de la Universidad San Marcos, Carlos Aquino.

El factor EE.UU.

Otro detonante de las tensiones es el acercamiento de Filipinas a Estados Unidos. China ha señalado que Manila ha adoptado una postura más beligerante desde la llegada al poder el año pasado de Ferdinand Marcos Jr.

El actual gobernante filipino ha buscado reforzar los históricos lazos de seguridad entre su país y Estados Unidos, postura que contrasta con el acercamiento a Beijing emprendido por su predecesor, Rodrigo Duterte.

Ferdinand Marcos Jr. sucedió a Rodrigo Duterte como presidente de Filipinas. (Foto: AP)
Ferdinand Marcos Jr. sucedió a Rodrigo Duterte como presidente de Filipinas. (Foto: AP)
/ Aaron Favila / AP

En los últimos días, el Diario del Pueblo, portavoz del Partido Comunista Chino, afirmó que Filipinas ha contado con el apoyo de Estados Unidos para provocar continuamente a China, un comportamiento que calificó de “extremadamente peligroso” y que, aseguró, perjudica gravemente la paz y la estabilidad regionales.

China también expresó su enfado con Washington este mes por enviar un buque militar a aguas cercanas a la zona en disputa.

Para Aquino, es evidente que Filipinas ha cambiado de actitud con el nuevo gobierno, que ha dicho que el país va a hacer valer sus derechos como lo manda la corte internacional.

“China dice que Filipinas está más hostil porque ahora está recibiendo el apoyo de Estados Unidos. De hecho, se han firmado acuerdos para que las fuerzas militares de Estados Unidos puedan usar algunas de las bases que tiene Filipinas. La situación es complicada y ya ha habido encuentros peligrosos entre barcos de China y Filipinas”, añade el experto.

Washington ha recordado con frecuencia que el tratado de defensa mutua de 1951 que tiene con Manila se extiende a los ataques armados también contra sus guardacostas en el mar del Sur de China

En respuesta, Beijing ha afirmado que ese tratado es usado por Estados Unidos para “amenazar” a China, apoyando de forma descarada las violaciones filipinas de la soberanía de su país.

“Las tensiones van a seguir porque es claro que China no va a dar su brazo a torcer y Filipinas se siente envalentonado porque tiene el apoyo de Estados Unidos, lo que no se sabe es hasta dónde va a llegar ese apoyo. Porque si fuera un conflicto entre Filipinas y China es obvio que ganaría China, pero si Estados Unidos interviniera, estaríamos hablando de un problema entre China y Estados Unidos. La situación podría escalar si las cosas no se manejan bien”, explica Aquino.

Añade que algo positivo es que ya se han abierto las conversaciones entre Washington y Beijing, “con lo que en caso de un posible conflicto lo primero que habría serían negociaciones de alto nivel”.